lunes, julio 22, 2024

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Prof. Pablo Lara, presidente de la CNDFM: “Consideramos inaplazable abordar cómo paliar el déficit de profesorado permanente que padecemos”

El actual presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CNDFM), el Dr. Pablo Lara, explica en esta entrevista concedida a "MedicosyPacientes" sus principales proyectos para la CNDFM a lo largo de su mandato del que tomó posesión el pasado mes de julio. Asimismo, ahonda en la problemática de la proliferación de Facultades de Medicina, así como de la preocupante carencia de profesorado, al tiempo que reivindica una mayor coordinación entre Administraciones, Universidad y Comunidades Autónomas

-Estrena el mandato de presidente de la CNDFM coincidiendo, prácticamente, con el 30º aniversario de la Confederación ¿Cuáles son sus líneas de actuación y proyectos para esta organización?

 
-Lo importante es que podamos cumplir nuestra función principal: recibimos estudiantes con mucho talento que devolvemos a la sociedad como médicos bien formados, comprometidos con la sociedad y con el paciente. Para ello, consideramos inaplazable abordar cómo paliar el déficit de profesorado permanente que padecemos, equilibrar el número de plazas de acceso a las facultades con el de plazas para la formación especializada y contribuir en el desarrollo del “continuum” formativo, para el que es fundamental la formación inicial en competencias que reciban los futuros médicos.
 
Venimos también denunciando el aumento del número de facultades de medicina y, en paralelo, el aumento del número de alumnos de ingreso cada año. En ambos indicadores, estamos muy por encima de la media europea. Nos preocupa que se gradúen más médicos de los necesarios en una profesión tan regulada como la nuestra. Contamos en estos temas con el apoyo del Foro de la Profesión Médica, con el que mantenemos un contacto continuo, y particularmente con la Organización Médica Colegial y el Consejo de Estudiantes de Medicina.
 
-¿Qué medidas considera habría que poner en marcha para atajar el déficit de profesorado del que alerta?
 
-Impartimos la mejor docencia posible pero no es la que queremos impartir. El estudio reciente que hemos publicado sobre la evolución del profesorado lleva como subtítulo “La formación de los futuros médicos en situación crítica” y no es una exageración. Nos preocupa mucho el déficit de profesorado permanente, de tal manera que al 20 % que hemos perdido en la última década, se añadirá un 43 % adicional en la década siguiente, afectando especialmente al profesorado vinculado con los centros sanitarios que alcanzará un muy preocupante 55 %. Está en juego es el modelo de facultad de Medicina.
 
La solución no es sencilla, ya que los criterios de acreditación para las figuras docentes de profesor titular y catedrático han aumentado su exigencia; los primeros resultados muestran una tasa de informes favorables más baja que la obtenida con los criterios anteriores donde además la Rama de Ciencias de la Salud ya tenía los peores resultados. Estamos también promocionando las figuras de profesado mediante contrato laboral indefinido, vinculado o no, como el Contratado Doctor o Profesor Agregado, para que sean una realidad en todo el territorio nacional.
 
En la última asamblea de Málaga, hemos acordado elaborar un documento sobre la revisión de los criterios de acreditación de la ANECA, la recopilación de la normativa autonómica existente sobre los contratados laborales vinculadas en aquellas comunidades en que ya están implantada y solicitar el inicio de programas de acompañamiento para jóvenes profesionales de valía interesados en la carrera universitaria.
 
-¿Qué opina del programa puesto en marcha por la Junta de Andalucía para que especialistas puedan acreditarse como profesores permanentes vinculados?
 
-Es necesario hacer atractiva la carrera académica a aquellos colegas que además de hacer una buena labor asistencial, entiendan que la actividad docente e investigadora multiplica los beneficios de su actividad profesional porque permiten el avance del conocimiento y la mejor formación de los colegas y, en definitiva, la mejor atención de los pacientes. Ese es el perfil del profesor universitario que nos gustaría incorporar a nuestros centros. En este sentido, sería fundamental que las autoridades sanitarias y universitarias establecieran programas de acompañamiento para jóvenes profesionales que estén dispuestos a realizar ese esfuerzo añadido al quehacer de cada día; ya se están dando algunos pasos, como el Programa María Castellanos Arroyo que menciona. Está dirigido a colegas que han terminado la formación especializada recientemente y a los que se les ofrecerá un contrato de seis años de duración en el sistema sanitario con una dedicación del 50 % a la actividad asistencial y el otro 50 % a la actividad docente e investigadora. Durante ese tiempo, deberían alcanzar los méritos necesarios para la acreditación a la figura de Profesor Contratado Doctor Vinculado que junto a las figuras docentes de Catedrático y Profesor Titular constituyen las modalidades de profesor permanente universitario. El programa estará dirigido fundamentalmente a las áreas de conocimiento con mayor déficit de profesores.
 
-Esta problemática con el profesorado ¿puede repercutir de algún modo en la creación de nuevas Facultades de Medicina?
 
-Lo hemos definido en nuestro informe sobre la evolución del profesorado como “paradoja de paradojas”: las Facultades existentes no tenemos relevo generacional para paliar el déficit de profesorado permanente, sobre el que pivota la estructura docente, mientras siguen aumentando el número de facultades sin criterios sanitarios ni académicos que lo justifiquen.
 

-Precisamente, impedir la proliferación de Facultades forma parte de los retos de la CNDFM ¿Qué nuevas medidas tienen previsto?

-Ya hemos señalado su importancia. Vamos a seguir trabajando. En nuestra reciente Asamblea acordamos elaborar un documento que muestre evidencias y argumentos de por qué no necesitamos más facultades. En la reunión del Foro mantenida esta misma semana, a propuesta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, volvimos a abordarlo y a plantear acciones para convencer a los responsables políticos, principalmente autonómicos, que no necesitamos ni más médicos ni más Facultades.

-¿Cree que existe coordinación entre Universidades, CC.AA. y Ministerios de Sanidad y Educación en la formación de los estudiantes de Medicina?
 
-Es una de nuestras reivindicaciones principales pues esa coordinación es muy necesaria. En la reciente Asamblea de Málaga hemos podido organizar una reunión conjunta de trabajo con el Director General de Ordenación Profesional de Ministerio de Sanidad y con la Asesora de la Secretaría General de Universidades. Hemos mantenido además reuniones previas preparatorias con ambos equipos ministeriales en julio y agosto; es fundamental la coordinación que realizan en todo el territorio nacional. Hemos iniciado líneas de trabajo conjuntas.
 
Los responsables de los sistemas universitario y sanitario tenemos la obligación de trabajar de forma conjunta a nivel central, autonómico y local. Mantenemos con nuestros Rectores una relación continua con las Consejerías que tienen transferidas la mayoría de competencias que afectan a la gestión de las facultades. Es esencial lograr el mayor desarrollo de los conciertos y convenios que planifican el uso de los recursos para la investigación y la docencia. Difundimos también a las Consejerías los documentos de trabajo que elaboramos.
 
Somos conscientes de que el futuro de las facultades depende de las decisiones que tomen el conjunto de los responsables políticos sanitarios y universitarios por lo que vamos a ser insistentes en nuestras peticiones.
 
-¿Qué balance hace del Proceso Bolonia respecto a la enseñanza de la Medicina?
 
-El Proceso de Bolonia se nos presentó como una oportunidad de mejorar la calidad de nuestra formación que no hemos podido aprovechar. Enunciado de forma muy básica pasábamos de unos planes de estudios “centrados en asignaturas” a otros “centrados en el aprendizaje del estudiante” y en la adquisición de competencias profesionales. Pero hemos debido afrontarlo no sólo “a coste cero” sino perdiendo durante su implantación un 20 % del personal docente e investigador que hace imposible esa “formación personalizada”. No enseñamos como sabemos sino como podemos.
 
Pese a estas dificultades, querría destacar que las nuevas promociones salen cada vez mejor formadas; es posible gracias al enorme trabajo que realizan el profesorado y el personal de apoyo, con la colaboración esencial de las instituciones sanitarias pero estamos llegando a una situación límite, difícil de mantener en el tiempo.
 
No obstante, los graduados adquieren de forma progresiva una sólida formación teórica y práctica, realizan un rotario por especialidades médicas y quirúrgicas que convierte a los “casi-médicos” en “casi-residentes”, presentan un Trabajo Fin de Grado, su iniciación en la investigación, son evaluados de las competencias adquiridas, queremos intensificar las metodologías docentes basadas en problemas, clase invertida, prácticas continuas, queremos reforzar el humanismo en nuestra profesión… pero necesitamos más medios.
 
-¿Qué planes tiene respecto al numerus clausus y continuum formativo?
 
-Son 42 las facultades de Medicina y la oferta de plazas para el nuevo curso, ha vuelto a aumentar, superando las 7.000. Además; se insiste mucho en nuevas aperturas, entre otras, en la Universidad de Alicante, Universidad Pública de Navarra y Universidad de Deusto … La presión social no puede ser el principal motivo por el que aumente su número. Necesitamos una perspectiva más global de este delicado asunto. Ya somos el segundo país del mundo con mayor número de facultades por densidad de población a la vez que las facultades existentes no tenemos profesorado suficiente, se gradúan más médicos de los que la formación especializada puede absorber, tenemos más médicos que la media europea, … ¿alguien lo puede entender? ¿Conviene a la profesión médica este aumento de “mano de obra”? Cuando acabé la carrera, había un excedente de 20.000 médicos; no estamos en esa situación pero este año se han presentado al MIR 2.000 médicos más que el año anterior y la tendencia está en claro aumento. Es necesario reducir esos números.
 
También en relación con el “continuum formativo”, acordamos en la Asamblea iniciar un proyecto para enlazar y relacionar las competencias que se adquieren en el Grado con las de la formación especializada, con el convencimiento de que podemos aportar aspectos que puedan ser incluidos en el debate y el futuro del modelo de troncalidad.
 
-Recientemente, han solicitado una revisión del sistema de puntuación de los méritos académicos del examen MIR ¿con qué finalidad?
 
-El sistema de selección MIR consiste en una prueba de carácter estatal en la que los aspirantes reciben una puntuación total individual obtenida de la suma de la que alcancen en una prueba de contestaciones múltiples (90%) y de la valoración de sus méritos académicos (10%). La adjudicación de las plazas se efectúa siguiendo el orden de mayor a menor puntuación total individual de cada aspirante.
 
La CNDFM ha solicitado en varias ocasiones que el sistema de puntuación de los méritos académicos sea revisado de manera que se modifique la escala utilizada 0-4 y pase a ser de 0-10 que ya es de uso generalizado en nuestras Facultades.
 
A este respecto el cálculo de la nota media del expediente académico se realiza en la actualidad mediante un procedimiento en el que las calificaciones numéricas obtenidas se agrupan en tres clases: Aprobado (5 – 6,9) / Notable (7 – 8,9) / Sobresaliente (9), y se asignan 1, 2 y 3 puntos, respectivamente, a cada clase. La Matrícula de Honor se considera una cuarta clase, y se le asigna 4 puntos.
 
Este procedimiento es revisable y da lugar a situaciones injustas. Esto es así, porque otorga el mismo valor a calificaciones como 5 y 6,9 o 7 y 8,9, que son manifiestamente diferentes y que se supone que son producto de un esfuerzo y un nivel de aptitud claramente diferentes también. Esta situación puede ser aún más injusta, pues mientras que una calificación de 8,9 es siempre valorada con 2 puntos, una de 9 -¡0,1 puntos de diferencia!- puede ser valorada con 4 puntos, si se acompaña de Matrícula de Honor.
 
Nos han confirmado desde el Ministerio de Sanidad en la última Asamblea que se aplicará en la convocatoria del examen MIR del año 2020 y que para la próxima convocatoria no ha sido posible por imposibilidad de plazo temporal para poder incluirlo por cuestiones técnicas.
 
-¿En qué situación se encuentra la implementación nacional de la Evaluación Clínica Objetiva y Estructurada (ECOE), para que los alumnos sean evaluados no solo en lo relativo a los conocimientos adquiridos, sino también respecto a las competencias y habilidades clínicas desarrolladas?
 
-La prueba ECOE homologada por la Conferencia de Decanos se encuentra ya implantada en todas las Facultades de Medicina Españolas, tras acordar sus características esenciales. Es una de las innovaciones docentes más importantes que se ha llevado a cabo recientemente. Nos referimos a la prueba ECOE que se realiza al finalizar el grado pero habría que señalar que es creciente otras pruebas similares que se desarrollan a lo largo de toda la carrera. Por otra parte, era uno de los requisitos para el Grado en Medicina permitiera obtener el reconocimiento del nivel 3 de Master en el Marco de Cualificaciones Profesionales.
 
Se trata de una evaluación final de las competencias de carácter eminentemente práctico en un contexto de simulación.  Se evalúan ocho dimensiones de competencias: anamnesis, exploración física, comunicación médico-paciente, realización de informes clínicos, juicio clínico, habilidades técnicas, actividades preventivas y aspectos ético legales. El resultado obtenido está siendo muy satisfactorio.
 
Su formulación no es “estática” y es revisada de forma continua. De hecho, en última Asamblea se han aprobado tres proyectos de revisión en relación con su desarrollo.
 
-Se cumplen 10 años de la creación del Foro de la Profesión Médica, como miembros del FPME ¿qué valoración hace de su labor y defensa de los profesionales?
 
-Desde mi punto de vista, la creación del Foro ha sido la mejor noticia que se ha producido para la profesión médica en esta primera década de su existencia. La presencia de las distintas instituciones que lo integramos es una garantía de la representación de todos los sectores profesionales. Habría que destacar la capacidad demostrada para encontrar posiciones consensuadas en los temas abordados aunque existan en ocasiones diferentes puntos de vista, que enriquecen el debate. Necesitamos ahora que los responsables políticos quieran y puedan considerar las propuestas que realizamos que mejorarán la profesión médica y por tanto, la salud de nuestra sociedad.
 
-Como socio fundador del Movimiento Hipocrático, que promueve el carácter humanista de la Medicina, ¿qué propuestas considera que hay que trasladar a las Facultades en esta materia?
 
-Dentro de la autonomía de cada Centro, estamos convencidos de la importancia de recuperar la dimensión humanista de la Medicina. Las personas y las instituciones necesitamos referencias en nuestra vida. Es tal la influencia de Hipócrates de Kos en el ámbito médico que ha recibido el título de Padre de la Medicina. En muchas facultades del mundo entero los nuevos médicos realizan el juramento hipocrático que simboliza nuestro compromiso con la profesión.
 
En varios centros hemos plantado un árbol descendiente del árbol legendario de Hipócrates de la Isla de Kos. La Universidad de Málaga es una de ellas.  Lo acompaña un busto de Hipócrates con una de sus citas “Donde hay amor por el arte de la Medicina, hay también amor por el Hombre”; es difícil decir tanto con tan pocas palabras.
 
En otra iniciativa “compartida y relacionada” trabajamos junto con el Foro de la Profesión Médica en la propuesta, para la Declaración de la Relación médico-paciente como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Hipócrates estará contento con esta iniciativa.
 
-¿Cómo afecta a la imagen de las Universidades los escándalos de los másters?
 
-Conozco esos casos por lo que he visto publicado en los medios de difusión. En todas las instituciones, hay personas que se aprovechan de lo que podemos denominar una “posición privilegiada”. Pero si se confirman los hechos denunciados no muestran una imagen real de la formación de posgrado que se imparte en las universidades.
 
Precisamente, con motivo de nuestro 30º aniversario hemos recogido información de las personas que reciben formación de posgrado e investigan en nuestras facultades de Medicina. Se están realizan casi 8.500 tesis doctorales que investigan cómo mejorar nuestra calidad de vida; tenemos 3.600 matriculados en programas de “Máster Oficial” y 11.200 en “Titulaciones Propias”. Con el grado formamos “buenos médicos” y con el posgrado, contribuimos a que sean “mejores”. El trabajo de todos ellos no debe verse enturbiado por unos casos aislados.
 
 
 
 
 
 
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