Pediatría Solidaria recibe uno de nuestros Premios Solidarios SOS 2024 junto con la ONG Itara. El proyecto de estas ONG recibe este galardón, destinado a la financiación de proyectos de cooperación promovidos por médicos colegiados en la Región de Murcia, por un importe de 10000 euros destinados al proyecto “Ayudando a Tsihombe, sur de Madagascar”.
El Colegio de Médicos de Murcia entrevista a José Ángel Guardiola, pediatra en el Servicio Murciano de Salud, Unidad de Hospitalización a Domicilio Infantil y Cuidados Paliativos y presidente de Pediatría Solidaria (fila de abajo a la izquierda), y José Gil, médico cirujano jubilado presidente de Itara (fila de arriba).
Pediatría Solidaria nació en 2017 de la mano de un grupo de sanitarios interesados en mejorar la vida de los niños en la Región de Murcia y, sobre todo, en países vulnerables. Es una ONG joven pero ya cuenta con varios proyectos en su historia: Bolivia, Senegal y Gambia. ¿Cómo ha ido evolucionando el trabajo de esta organización y qué balance hacéis de estos primeros 7 años de vida de la ONG?
Hemos evolucionado hacia lo que creemos que debe ser la cooperación internacional: el intercambio para el crecimiento mutuo y el trabajo en red. Nuestros proyectos son todos con otras ONG y asociaciones para complementarnos y brindar una atención integral a esta población vulnerable. Creo que debemos sentirnos muy orgullosos del camino realizado, pues hemos conocido gente maravillosa con la que seguir trabajando, a la vez que hemos crecido como personas y como ONG. En la actualidad, somos un grupo de más de 20 personas con mucha ilusión por seguir creciendo.
El proyecto premiado se ha presentado en colaboración con la ONG Itara. ¿Qué es Itara, quién la compone y cuál es su historia?
Itara nace en marzo de 2023 por iniciativa de un grupo de profesionales sanitarios, fundamentalmente cirujanos y anestesistas con el objetivo de brindar asistencia quirúrgica en poblaciones desfavorecidas. Este primer objetivo ha ido creciendo hasta abarcar proyectos de salud no sólo quirúrgicos sobre todo en países de África subsahariana.
¿Cuántas personas, actualmente, componen el equipo y qué tipo de actividades lleváis a cabo, no solo en terreno sino también fuera de él, ambas organizaciones?
Las asociaciones de Pediatría Solidaria e Itara están constituidas por voluntarios y cooperantes, respaldados por una gran cantidad de socios y colaboradores que hacen posible la mayor parte de la financiación para la realización de las campañas asistenciales en estos países desfavorecidos. Mientras que las campañas sobre el terreno suelen ser asistenciales y formativas en las patologías más prevalentes y pacientes más desfavorecidos, localmente realizamos gran cantidad de actividades encaminadas hacia la visibilidad de nuestra labor, así como actividades formativas, informativas, lúdicas, merchandising, etc.
¿Cómo definís la cooperación internacional, cómo es el día a día en una campaña; a cuántos pacientes tratáis de media; a qué os enfrentáis en entornos, culturas y circunstancias tan diferentes, tanto en el ámbito sanitario y profesional como en el social?
La palabra cooperación lleva implícita un intercambio entre nosotros y una población local con el objetivo de la mejora en la calidad de vida de la población vulnerable. Nuestro ámbito de acción es el de la salud, por lo que nuestra cooperación va siempre encaminada hacia mejoras de salud en poblaciones de bajos recursos, siendo este un concepto amplio que implica además la mejora de otros sectores que repercuten indirectamente en la sanidad, como son la educación, el acceso al agua…
Nuestra labor comienza con el estudio de necesidades de la región a atender, para más tarde realizar todo el trabajo logístico que se necesita para conseguir la dotación y recursos necesarios para la campaña. Una vez estudiado el terreno y las necesidades, se inicia el trabajo de preparación y planificación que nos llevará meses de intenso trabajo. Sobre el lugar se atiende en consulta hasta la extenuación llegando a ver 200/300 pacientes/día y realizando 20/30 intervenciones quirúrgicas.
En este contexto, no siempre es fácil cumplir las previsiones iniciales: la barrera del idioma, con dialectos locales de difícil traducción, la abrumadora carga asistencial, los recursos necesarios no siempre disponibles, los desplazamientos por caminos de tránsito complicado, las relaciones institucionales complejas, el alojamiento y manutención… son pequeñas muestras de la complejidad de las campañas.
A pesar de todo, lo mejor son los pacientes, su colaboración y su agradecimiento. Es una verdadera pena, que siempre tengamos que dejar pacientes sin atender por limitaciones de tiempo o recursos. En ocasiones, cuando la asistencia a realizar es demasiado compleja, intentamos trasladar a España para completar tratamiento, pero es muy complicado dada la poca colaboración institucional.
¿Quién y cómo puede colaborar con vosotros?
Generalmente el perfil del voluntario suele ser sanitario. Sin embargo, últimamente hemos comprobado cómo en la salud hay más actores implicados y no sólo la mera asistencia y por ello damos cabida a cualquier tipo de persona con ánimo y espíritu de colaboración. También se puede colaborar desde la distancia siendo socio de nuestras ONG, pues los proyectos necesitan financiación para salir adelante.
¿En qué consiste el proyecto premiado ahora en 2024: “Ayudando a Tsihombe, sur de Madagascar”, que recibirá 10000 euros del Colegio de Médicos para su financiación?
Se trata de un proyecto ambicioso, que intenta mejorar globalmente la salud de esta población del sur de la isla que vive en condiciones tan adversas y con tan pocos recursos. Nos desplazamos 38 cooperantes abarcando gran número de especialidades tratando de cubrir la mayor parte de necesidades, médicas, quirúrgicas, pediátricas, ginecológicas, de nutrición, etc., e incluso tratamos de implementar un proyecto de abastecimiento de agua en la población.
