La Organización Médica Colegial pide a las autoridades que se respete el derecho humanitario internacional y se proteja la asistencia médica en las zonas de conflicto.
Desde 2008, todos los 19 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que este año tiene por lema #ActuarPorLaHumanidad. Cinco años antes, el 19 de agosto de 2003, 22 trabajadores humanitarios perdieron la vida debido a un atentado que afectó al hotel Canal de Bagdad. Esta fecha, promovida por la Asamblea General de Naciones Unidas, tiene como objetivo “abogar por la supervivencia, el bienestar y la dignidad de las personas afectadas por las crisis y por la seguridad de los trabajadores humanitarios”.
De acuerdo con la carta de los propósitos fundamentales de la ONU, la Organización promueve “la solución de problemas internacionales de carácter económico, social y sanitario, y de otros problemas conexos; y la cooperación internacional en el orden cultural y educativo”.
Para el Dr. Tomás Cobo, presidente de la OMC, “es esencial que se puedan realizar las labores humanitarias y médicas con seguridad tanto para las personas asistidas como para los trabajadores”.
Los estudios estiman que en 2024 más de 300 millones de personas necesitarán asistencia y protección humanitaria debido a los conflictos y al cambio climático, además de otros factores. Sin embargo, los trabajadores humanitarios se enfrentan a una situación realmente compleja que requiere que se proteja a los civiles en las zonas de conflicto, pues 2023 fue el año más mortífero para este colectivo desde que se registran datos, con 261 fallecidos, y 2024 puede ser peor.
En esta línea, la Asociación Médica Mundial (AMM) publicó el pasado mes de abril una resolución sobre la atención médica en Israel y Gaza en la que llama a “todas las partes a respetar el derecho humanitario internacional y el principio de neutralidad médica para proteger los derechos y las instalaciones médicas, el personal de salud y los pacientes de otras amenazas, interferencias y ataques”. Asimismo, incidieron en la importancia de “la creación de un entorno de trabajo seguro para que trabaje el personal de salud”.
En relación al conflicto de Sudán, en 2023, la AMM pidió a las autoridades del país, en apoyo al comunicado de la ONU, que se garantice “la seguridad de los pacientes y el personal de salud, y tomar medidas inmediatas para asegurar que no sean el blanco o los afectados por los combates, incluido el paso seguro del personal de la salud y los pacientes cuando se requiera una evacuación”.
