Concienciar a la sociedad, a los poderes públicos y a los propios médicos de cuál es la realidad de su situación actual y las consecuencias que para ellos se derivarán cuando llegue su jubilación entran dentro de los objetivos de la Jornada que se celebra mañana en la sede de la OMC sobre “Jubilación y Pensión del Médico”. Promovida por la OMC y la CESM, se van a analizar aspectos relacionados con la jubilación y las pensiones, y a debatir sobre criterios de flexibilidad que faciliten la adaptación del paso a la jubilación de estos profesionales. También se aportarán novedades como el reciente R.D. 1698/2011 que regula el procedimiento para rebajar la edad de jubilación y que va a permitir tener en cuenta situaciones de turnicidad y trabajo nocturno, como explica en esta entrevista concedida a “Medicos y Pacientes”, la vicepresidenta de CESM, Mª Jesús Hidalgo
Madrid, 28 de noviembre 2011 (medicosypacientes.com)
-El pasado miércoles, 23 de noviembre, se publicó en el BOE un nuevo Decreto por el que se regula el régimen jurídico y el procedimiento general para establecer coeficientes reductores y anticipar la edad de jubilación en el sistema de Seguridad Social. ¿En qué medida afecta al personal médico?
-El Real Decreto 1698/2011, de 18 de septiembre, regula el procedimiento general que debe observarse para rebajar la edad de jubilación, así como para la aplicación de coeficientes reductores de la misma. La nueva norma no va dirigida a las profesiones que ya venían disfrutando de esta situación, sino que permite la aplicación de estas situaciones a otras profesiones en función de sus situaciones particulares y donde se tendrán en cuenta las condiciones de turnicidad y trabajo nocturno. Este punto tiene particular interés para el médico. Las guardias, a fin de cuentas, suponen una prolongación de la jornadas de trabajo, por encima de la jornada ordinaria, y sometido a criterios de turnicidad y nocturnidad y además en una situación de estrés adicional al que ya de por soporta esta profesión en cualquier situación. Por término medio, un 63% del exceso de jornada que realiza el médico, con motivo de las guardias, lo hace con las condiciones de nocturnidad y todo ello con carácter de turnicidad. Sin embargo, aunque múltiples estudios destacan el perjuicio que para la salud de los trabajadores tienen tanto la turnicidad como la nocturnidad, no resulta fácil encontrar estudios que aborden específicamente como repercute el trabajo en las guardias en la salud de estos trabajadores. No obstante, lo que sí es seguro es que un exceso de horas trabajadas a costa de reducir el tiempo libre del médico, es decir, sustrayéndoselo a su vida personal y familiar y a su sueño, no aporta ninguna ventaja para el trabajador y sus efectos perniciosos presumiblemente se añadirán a los propios del trabajo a turnos y nocturno. Hay quien afirma que los médicos no son buenos cuando se trata de ocuparse de su propia salud y esto parece corroborarlo.
-Estas cuestiones, sin duda, se van a revisar en la Jornada sobre “Jubilación y Pensión del Médico” que, mañana martes, celebran conjuntamente OMC y CESM, ¿cuál es el objetivo?
-Nuestro principal objetivo al organizar estas jornadas es hacer conscientes a la sociedad y a los poderes públicos de la realidad a la que están sometidos los médicos en el ejercicio de sus funciones. Que conozcan las peculiaridades que rodean el ejercicio profesional y el escenario de la profesión. Al mismo tiempo, buscar un modelo más equitativo que aporte beneficios tanto a la sociedad en su conjunto, como a los propios profesionales. La situación laboral del médico cada vez se hace más insostenible y es preciso que la sociedad y los poderes públicos conozcan esta realidad que apunta a convertirse en un importante problema de Salud Pública, hacerles partícipes de la evidencia de que las malas condiciones laborales de los médicos influyen negativamente en la calidad de la asistencia prestada a los ciudadanos. Por otro lado, concienciar a los médicos, con frecuencia, inmersos en su quehacer diario, de cuál es su situación actual y las consecuencias que, para ellos, se derivaran cuando llegue su jubilación.
-¿Podría hacer un breve resumen de cómo vislumbra la situación y qué incidencia tiene la crisis sobre ella?
-La crisis está castigando duramente a este sector, por un lado, porque los recortes en los salarios no se han distribuido de manera lineal, sino que han incidido de forma más agresiva en el sector médico y, por otro, porque las deficiencias de personal y material también repercuten directamente en estos profesionales que son, la cara del sistema, que se relaciona con el paciente. La crisis precisa de adoptar nuevas fórmulas que, partiendo de un sistema de Salud que goza de gran reconocimiento en sentido general y de reconocida eficiencia, será necesario tratar de alcanzar mayores cotas de eficiencia. Esto supone una oportunidad de cambio que debiéramos saber aprovechar. El camino que debemos emprender no puede ser el de la imposición y el enfrentamiento, sino que debe buscar su fuerza en la motivación de las personas.
-¿Qué es lo que más preocupa, realmente, en este momento?
-La situación de exigencia para con el médico, con gran presión y estrés, entre otros factores, están dejando huella en su salud. Las importantes sobrecargas físicas junto con unas jornadas laborales calificadas de tóxicas, muy superiores a las exigidas al resto de la población, hace que el ejercicio profesional se esté convirtiendo en una profesión de riesgo para los médicos. Un motivo de preocupación es la considerable pérdida económica que conlleva la jubilación para el médico, proporcionalmente muy superior a la que tienen otros trabajadores. Por otro lado, el brusco cambio que supone el paso de la vida laboral activa a la situación de jubilado, resulta para muchos profesionales muy duro de asumir. Será necesario introducir criterios de flexibilidad que faciliten la adaptación del paso a la jubilación de forma gradual y progresiva y adaptada a cada situación, resultando imprescindible para ello el carácter voluntario.
–Hay médicos que han tenido que soportar durante años “contratos basura” para poder seguir trabajando y, sin embargo, se topan con dificultades a la hora de la cotización correspondiente ¿Cómo se puede afrontar?
-Resulta desalentador comprobar que, si la situación no se resuelve, una generación de médicos de este país, qué es a la que se le va a aplicar las modificaciones legislativas que se están produciendo en este momento, no van a poder acreditar los 38 años y 6 meses que se van a exigir para obtener la pensión máxima. Los médicos han sido y siguen siendo contratados con contratos basura, muchas veces, sólo para realizar una guardia o un día suelto de trabajo. Ver la vida laboral de estos trabajadores es deprimente, por el número de páginas que tiene, con multitud de contratos de uno o dos días. En infinidad de casos se les contrataba por el día de la guardia o como mucho por dos, aunque en realidad trabajaban 24 horas, es decir el equivalente a 3 días de cualquier otro trabajador, pero no se cotizaba por ello. Algo similar ocurría cuando, con frecuencia, eran contratados de lunes a viernes y los días de descanso no eran ni retribuidos, ni se cotizaba por ellos. Al realizar el cómputo de las cotizaciones por meses o años, en lugar de horas, el médico, a pesar de haber trabajado más horas los días que estaba contratado, precisaba de muchos más días de trabajo para igualar las cotizaciones, en meses o años, de cualquier otro trabajador. Desde la publicación de la Ley 27/2011, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social, y cuya entrada en vigor está prevista para el 1 de enero de 2013, se irá incrementando progresivamente el número de años necesarios para alcanzar la pensión máxima a la hora de la jubilación. Esta circunstancia aparentemente afecta por igual a todos los trabajadores, pero a la hora de la verdad no es así. El personal facultativo sanitario se incorpora muy tarde al mercado laboral, la amplia exigencia de formación exigida lo justifica. El aumento del periodo de cotización a 38 años y seis meses, establecido con carácter general, perjudicará a muchos facultativos sanitarios, la mayoría de los afectados por estos cambios son los mismos que ya padecieron el paro medico en los años 80 y por esa razón no tendrán posibilidad de completar los 38,5 años que se exigen. Sin embargo, hay que recordar que durante los años que han trabajado, como consecuencia del exceso de jornada que conlleva la realización de guardias, lo han hecho al 150% del tiempo qué, de media, dedican otros trabajadores públicos. Es decir, en 30 años de servicio han trabajado, en número de horas, el equivalente a 45 años de otra profesión. Parece, por tanto, razonable que los excesos de jornada trabajado por el médico a lo largo de su vida profesional, puedan ser, utilizados para el cálculo de la pensión, o al menos, para el cálculo del periodo de carencia.
-¿Cuáles van a ser las principales aportaciones de la Jornada con vistas al futuro?
-La primera y fundamental es reconocer que tenemos un problema, sólo reconociéndolo, sentiremos la necesidad de resolverlo. Es fundamental que exista un debate entre los propios profesionales, pero evidentemente, para su solución, precisa también de un debate político y, quizás, también social. El médico tiene frecuentemente la sensación de que se le exige y aporta mucho y recibe poco.
Se adjunta programa de la Jornada y Real Decreto 1698/2011, publicado el pasado miércoles sobre por el que se regula el régimen jurídico y el procedimiento general para establecer coeficientes reductores y anticipar la edad de jubilación en el sistema de la Seguridad Social.
