Con motivo de la celebración del día del maestro, Médicos y Pacientes ha entrevistado al Dr. Jesús Morán, codirector de la séptima edición del curso Formación docente para Tutores MIR de la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC), es el presidente de la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada (SEFSE-AREDA) y ex-jefe de estudios del Hospital Universitario de Cruces (Vizcaya)
El Dr. Morán aborda la importancia de los tutores MIR, así como las necesidades de aplicar la legislación vigente con la finalidad de ofrecer a la sociedad a profesionales médicos de excelencia.
¿Cuál es la esencia del papel del tutor MIR para los futuros especialistas?
La organización sanitaria tiene la responsabilidad, asumida a través de la acreditación docente de los centros, de formar a los especialistas; y el Sistema Nacional de Salud es la única organización que puede formarlos. Así pues, esta asume el papel de la formación, para lo que debe tener personas responsables de llevar a cabo esa tarea.
En el marco de la legalidad vigente, es obligación de las organizaciones sanitarias de cada comunidad autónoma de poner en marcha, de dar recursos de facilitar que el tutor pueda desarrollar sus funciones, que están ya suficientemente legisladas, sobre todo desde el Real decreto 183/2008 (por el que se determinan y clasifican las especialidades en Ciencias de la Salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada).
El tutor es el primer responsable de la formación de los especialistas, lo que significa que por ley asume la dirección y la gestión de la formación, y, por tanto. es el primero que aparece. Desde las organizaciones sanitarias, las consejerías, los departamentos de salud, los hospitales, los centros de salud, las direcciones de los centros, etc. tienen que poner en marcha lo que exige la ley.
¿Qué le aporta a nivel profesional y personal ser tutor MIR?
Es un reto de trabajar por y para la sociedad, por y la formación de residentes, lo mejor posible.
Además, hay otros retos, profesionales e ilusionantes, que les he visto yo a los tutores que acuden a los cursos de Formación docente para Tutores MIR. Son personas que tienen esta intención y esta vocación de mejorar, de trabajar por la mejora de la formación de especialistas para ofrecer a la sociedad el mejor especialista posible, es decir, trabajar por la excelencia de las profesiones de ciencias de la salud.
Lo que me ha movido a mí personalmente son la motivación y la ilusión, la gran oportunidad de poder mejorar o de poder ofrecer a la sociedad lo mejor de nuestras organizaciones sanitarias, basado en la excelencia de los profesionales especialistas en ciencias de la salud.
¿Cuáles son las principales competencias que tiene que adquirir el tutor o la tutora MIR?
Se puede resumir en tres áreas: una es la de gestión de los programas formativos; la segunda, de competencias referidas a los fundamentos pedagógicos de la formación; y la tercera, está relacionada con aspectos personales en cuanto a la capacidad de liderazgo, el trabajo en equipo, la gestión de conflictos, etcétera. La Guía del tutor del Hospital Alcorcón (se adjunta al final de este texto) tiene un capítulo que habla de las competencias que tiene que adquirir un tutor.
¿Qué piensa que debería mejorar a corto y medio plazo para que la tutoría fuese mejor?
Para que la tutoría sea mejor, sencillamente hay que mejorar en que las organizaciones sanitarias en todas las comunidades autónomas asuman las responsabilidades que tienen derivadas de la acreditación de la docencia.
Hay que formarse en entornos profesionales bien organizados y cohesionados, y la formación en España está en centros sanitarios que funcionan bien pero que tienen que poner la carne en el asador para que el tutor pueda desarrollar sus funciones.
Es muy llamativo y preocupante que comunidades autónomas como Asturias, Cantabria, Murcia, Valencia y Madrid no tengan desarrolladas las normas correspondientes a la que les obliga al Real Decreto de 2008, porque eso implica qué no hay un órgano regulador que obligue a la comunidad a poner los recursos correspondientes para el desarrollo de la función de los tutores y de los jefes de estudio. Todo esto requiere no solo de recursos administrativos, sino de recursos de tiempo y organización, lo exige que la función docente esté incluida en los planes estratégicos de los centros sanitarios, de las organizaciones y de los departamentos de salud.
Y como mejora, pienso que estos se deberían medir anualmente con indicadores de calidad docentes que permitan establecer las correspondientes áreas de mejora. Además, es necesario que los jefes de estudio estén en los consejos de administración y que las comisiones de docencia tengan capacidad ejecutiva.
Por último, yo añadiría que las facultades de Medicina tienen que cambiar el modelo de formación y dotar a los alumnos de una visión más holística y dirigida a la atención primaria. Tiene que haber departamentos de atención primaria en las facultades de Medicina para que luego tengamos médicos con una visión más generalista y no nos encontremos a pacientes fragmentados en 40 especialidades diferentes.
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