Con motivo de la celebración del seminario online 'Mitos y bulos en oncología radioterápica' que se celebrará el próximo 29 de noviembre, Médicos y Pacientes habla con Elvira García Triviño, enfermera y coordinadora en el proceso de curas de oncología radioterápica del Instituto Catalán de Oncología, en Badalona, y coordinadora del Grupo Enfermero en el Grupo Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), quien nos expone en esta entrevista su visión sobre el uso de pseudoterapias en el campo de la oncología radioterápica así como los perjuicios que estas pseudociencias pueden provocar en los pacientes
¿Cómo pueden afectar los bulos en oncología radioterápica?
Quizás los bulos más importantes con los que nos encontramos en cualquier rama de la oncología sean:
• Las “dietas milagro”. No existen dietas anticáncer, si existen productos de mayor o menor valor nutricional. La dieta mediterránea es la más equilibrada ya que es variada e incluye alimentos como: cereales, carnes, pescados, frutas y verduras. Toda dieta se debe ajustar a las necesidades específicas del paciente.
• En numerosas ocasiones los pacientes acuden a otros profesionales o dietistas con la idea de tomar “productos naturales” con la finalidad de mejorar su organismo. Ante cualquier tipo de tratamiento antitumoral, el hecho de tomar productos complementarios o alternativos debería ser consensuado con el equipo médico.
Sobre todo, por la necesidad de no tomar sustancias que puedan tener efectos secundarios que contrarresten la terapia antineoplásica o contra el tumor. Cualquier fármaco recomendado a un paciente por un profesional sanitario acreditado tiene detrás un proceso de investigación científica que avala su indicación, dosis y seguridad. Casi todos los “productos naturales” carecen de estos estudios previos de investigación y, por tanto, se desconocen estas interacciones.
• La radiación es mala. Quema y contamina. No. Detrás de un proceso de radioterapia existe un examen exhaustivo de cada caso particular. El aplicar radioterapia comporta ofrecer más beneficios que riesgos al paciente. Debemos distinguir entre radiación y contaminación radiactiva. El paciente debe resolver todas sus dudas y el profesional debe hacer que éstas se entiendan.
• El tomar mórficos en un momento determinado del proceso de tratamiento no va a convertir al paciente en un adicto. Es importante para contrarrestar la toxicidad o efectos del cáncer seguir bien la pauta médica prescrita. Ésta se adaptará en todo momento a las necesidades del paciente y se variará en función de su evolución.
Resumiendo, ante cualquier bulo o mito existente alrededor de la radioterapia es importante:
o Establecer una relación sólida de confianza entre el profesional y el paciente. Resolver dudas.
o Seguir dietas extremas pueden hacer cambiar el volumen que debemos irradiar aumentando la toxicidad.
o Tomar productos naturales no consensuados con el equipo sanitario puede reducir la efectividad de los fármacos antitumorales al interaccionar con ellos.
¿Puede poner algún ejemplo de algún bulo o mito existente en este campo?
El uso de la soja. Una alternativa nutricional a la carne. ¿Es mala la soja? No. Pero tiene un componente similar al estrógeno y, por tanto, los pacientes con tumores hormono-dependientes, al incluirla en su dieta, pueden alterar el efecto de su tratamiento convencional de hormonoterapia. No dudar en consensuar pautas con el equipo referente.
¿Por qué cree que algunas personas pueden considerar las pseudoterapias en oncología radioterápica como una solución a sus problemas de salud?
La radioterapia es una gran desconocida en la sociedad. La radiación no se ve, no se toca, no se nota al ser recibida…, y esto hace que no se entienda bien su capacidad de curar y su funcionamiento. Y es tarea de los equipos multidisciplinares en oncología radioterápica promover su conocimiento científico. La radioterapia cura.
Se debe explicar que para conseguir un efecto beneficioso en el tratamiento de una enfermedad oncológica se va a producir una toxicidad paralela. Siempre nos basamos en protocolos rigurosos que avalan científicamente el tratamiento que ofrecemos. De ahí la importancia de conocer perfectamente la anatomía del paciente, sus tratamientos concomitantes y, de ese modo, conocer la toxicidad esperada. Los pacientes deben tomar conciencia de estos efectos y aceptarlos. Por este motivo firman el consentimiento informado.
Cuando un paciente en tratamiento tiene un problema quiere solucionarlo. En muchas ocasiones hablar de “terapias naturales” hace que sienta que se cuida mejor. Recibir educación sanitaria, les puede preparar para estas complicaciones. Conocer un problema es parte de la solución. Por este motivo, prevenir es fundamental. Tanto el paciente como el equipo sanitario tienen un mismo objetivo y aliados se enfrentarán mejor al cáncer.
¿Cómo pueden los profesionales sanitarios ayudar en la lucha contra estas terapias que no están basadas en la evidencia científica?
Es muy importante la información. Un paciente formado e informado podrá entender qué es lo que le sucede a su cuerpo al someterse a la radiación. Un buen profesional debe conocer las fases por las que pasa una persona a lo largo de su enfermedad oncológica y de sus tratamientos. Prevenir las complicaciones esperadas desde la medicina convencional aumentará la confianza en el sistema sanitario.
El paciente ha de ser libre a la hora de escoger sus alternativas terapéuticas, pero si está en curso de un tratamiento con medicina convencional debería consultar a su equipo todo aquello que realiza fuera de ella, sobretodo, por seguridad.
El profesional debe escuchar al paciente e intentar razonar su parecer terapéutico. Finalmente, el paciente escogerá. Todas las pseudoterapias deberían estar reguladas legalmente por algún organismo que velara por la seguridad de los pacientes dentro de la sociedad. La línea entre lo ético-legal y la realidad es muy frágil, sobre todo cuando alguien quiere comprar esperanza.
¿Qué vías considera más efectivas o más utilizadas para la propagación de estos bulos?
Internet.
El uso de internet para solucionar dudas es una herramienta muy válida siempre y cuando busquemos en páginas rigurosamente científicas. Internet ofrece respuesta a cualquier problema, pero a cualquier precio.
Se debe ser cauteloso e intentar contrarrestar la información que se recibe. Detrás de internet puede haber escondido cualquier interés social o económico. El paciente busca la curación y no siempre se puede garantizar. En la medicina convencional, no siempre podemos curar, pero si vamos a cuidar. Y el confort del paciente/familia debe estar por encima de todo. El paciente frágil en el recorrido de la enfermedad y del tratamiento puede buscar otras alternativas en las pseudoterapias.
¿Cómo se entera de la existencia de estos bulos?
Cuando se establece una relación de confianza con el paciente se resuelven dudas y se habla de alternativas. Es aquí donde los pacientes confirman su confianza y uso de pseudoterapias.
¿Cree que es necesaria alguna acción o regulación por parte de las administraciones?
Por supuesto. Deben estar reguladas por la administración y adecuadas a las necesidades de cada sociedad. Siempre se debe focalizar en la protección del paciente.
¿Cómo valora la existencia del observatorio contra las pseudociencias y pseudoterapias del Consejo General de Médicos?
Hacéis visible el desequilibrio y el problema. Intentáis dar información a equipos y pacientes a la hora de elegir un tratamiento. Asesoráis a los organismos de un modo científico. Con evidencia. Tramitáis legalmente aquellas deficiencias existentes a favor de la protección de los pacientes.Veláis por la seguridad del paciente.
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