El Dr. José María Rodríguez Vicente, secretario general de la Organización Médica Colegial (OMC), se suma a la ronda de recomendaciones literarias del especial de verano de Médicos y Pacientes. Sus lecturas recomendadas para estas vacaciones son: “Cuerpos y almas” de Maxence van der Meersch y “El último encuentro” de Sándor Marai”. Como lectura ligera: “El principito”.
Cada una de estas obras ofrece lecciones y reflexiones que están vinculadas con la profesión médica. No solo son buenas compañeras de viaje, sino que también ofrecen valiosas lecciones que pueden enriquecer la práctica médica y la vida personal de quienes se dedican a esta noble profesión.
En “Cuerpos y almas” de Maxence van der Meersch, tal y como señala el Dr. José María Rodríguez Vicente, se describen dos formas distintas de ejercer la profesión médica: la que busca la gloria y el éxito profesional, por un lado, y la que con vocación lleva esperanza y compasión a los enfermos, sin importarle el aspecto económico o la fama, por otro.
Esta obra se convierte en una reflexión profunda sobre los valores que deben guiar la Medicina. Y recuerda la importancia de la empatía, la humanidad y el altruismo en el ejercicio de la profesión.
“El último encuentro” de Sándor Marai”, narra la búsqueda de la verdad entre dos amigos de la juventud que, tras vivir como enemigos durante más de 40 años, se reencuentran y desnudan sus almas hasta llegar a lo más íntimo de sus sentimientos. En el fondo de esta introspección, yace una mujer a la que ambos amaron.
Esta obra representa una profunda exploración de la naturaleza humana, la amistad, el amor y el paso del tiempo. Asimismo, ofrece una perspectiva sobre la complejidad de las relaciones humanas y la importancia de la comprensión y el perdón, algo que está muy vinculado a los valores de la Medicina. Además, destaca la necesidad de una comunicación sincera y abierta, que son aspectos esenciales en la relación médico-paciente.
Finalmente, “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry, ofrece a través de la mirada inocente del principito, un abordaje profundo de las relaciones humanas, la responsabilidad y el valor de ver más allá de las apariencias. La importancia de mantener la empatía, la curiosidad y la capacidad de asombro. Algo que a los profesionales nos recuerda la importancia de valorar cada paciente como un individuo único y a no perder de vista la esencia humana en nuestro día a día.
