Los ministros de medio ambiente de los 27 países de la Unión Europea han adoptado unas conclusiones sobre la calidad del aire en las que reclaman "mayores esfuerzos" para reducir el impacto negativo de la contaminación atmosférica en la salud y el medio ambiente
Esas conclusiones proceden de una reunión mantenida por el Consejo de Medio Ambiente de la UE en Bruselas (Bélgica), a la que acudió la vicepresidenta cuarta del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Los ministros indican que la actual política de aire limpio de la UE, de acuerdo con los datos del control de adecuación de las directivas sobre la calidad del aire ambiente, ha contribuido de manera significativa a mejorar la calidad atmosférica, pero piden más esfuerzos.
Aunque el número de personas expuestas a la contaminación atmosférica se haya reducido sensiblemente desde 2008, este tipo de contaminación sigue siendo la principal causa ambiental de los problemas de salud en la UE. Se calcula que provoca más de 400.000 muertes prematuras al año, con una exposición especial de los habitantes de zonas urbanas, y tiene efectos nocivos sobre los ecosistemas.
El Consejo consideró que las actuales normas de calidad del aire, en particular los valores límite, han sido eficaces y siguen siendo esenciales para proteger la salud de los ciudadanos. No obstante, abogaron por mejorar el marco legislativo para garantizar una buena calidad del aire en toda la UE y acogieron con satisfacción el objetivo de la Comisión Europea de continuar haciendo frente a la contaminación con medidas preventivas y correctoras, en particular la revisión de las normas de calidad del aire.
Los ministros pidieron más coherencia entre la política de aire limpio y otros ámbitos de actuación, lo que significa que los objetivos de calidad del aire deben reflejarse plenamente en la legislación de la UE en materia de fuentes de emisión y en el diseño de nuevas iniciativas en el marco del Pacto Verde Europeo, en particular en lo relativo a la movilidad inteligente, la integración sectorial inteligente, las energías renovables, la renovación de edificios, la calefacción residencial, la agricultura y la industria.
El Consejo también acogió con satisfacción la intención de la Comisión Europea de adoptar más medidas que fomenten la movilidad sin emisiones y de proponer normas de emisión más rigurosas para los vehículos de gasolina y diésel, teniendo en cuenta también los contaminantes que todavía no están regulados, así como de reducir las emisiones del transporte marítimo y mejorar la calidad del aire en los puertos y cerca de los aeropuertos.
Por otro lado, el Consejo de Medio Ambiente adoptó, en nombre de la UE y de sus 27 Estados miembro, la estrategia de la UE a largo plazo para un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, la cual se remitirá a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), tal como exige el Acuerdo de París.
Esa estrategia recuerda que la UE y sus Estados miembro están plenamente comprometidos con el Acuerdo de París y sus objetivos a largo plazo de reducción de emisiones y alude al respaldo que el Consejo Europeo dio el pasado diciembre a la meta de alcanzar una UE climáticamente neutra de aquí a 2050.
Cada Estado miembro debe elaborar su propia estrategia nacional para presentarla a la Cmnucc. La UE insta a las 196 partes en el Acuerdo de París a que comuniquen sus estrategias a más tardar a lo largo de este año.
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