La Liga Reumatológica Española (LIRE) ha alertado que el copago de fármacos biológicos de dispensación hospitalaria a pacientes con enfermedades reumáticas inflamatorias no hospitalizados va a suponer un gasto añadido para los pacientes mientras que para el Sistema Nacional de Salud (SNS) no supondrá un ahorro «significativo»
Madrid,14 de octubre de 2013 (medicosypacientes.com)
El 19 de septiembre se publicó en el B.O.E. la Resolución de 10 de septiembre de 2013, de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia, por la que se procede a modificar las condiciones de financiación de medicamentos incluidos en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud mediante la asignación de aportación del usuario .
Según ha alertado la Liga Reumatológica Española «esta resolución indica que los medicamentos de dispensación hospitalaria, entre los que se incluyen algunos de los que han de utilizar de forma crónica las personas con enfermedades reumáticas inflamatorias, se rigen también por el copago». Pero serán de aportación reducida, lo que se traduce en un 10% del PVP del medicamento, con un máximo actualmente fijado en 4,20 euros.
Los medicamentos denominados biológicos que son dispensados para el tratamiento de las enfermedades reumáticas inflamatorias suponen un coste elevado por paciente para el SNS, en torno a 8.700? por paciente y año, pero como explica la asociación sólo lo utilizan entre un 10 y un 20% de los pacientes con estas enfermedades.
«Esto significa que la aportación que ahora se les hará pagar a estos pacientes, no va a significar en absoluto un ahorro significativo para el SNS y si una carga más para estos pacientes con su ya pesada servidumbre, que les obliga a costear cada mes, entre 4 y 5 fármacos más los costes derivados de su dependencia, como ayudas domiciliarias, adaptaciones, etc. «han denunciando desde LIRE. Ese aumento de los gastos para el paciente puede significar que el paciente «decida dejara de tomar la medicación», cuando se ha demostrado que el cumplimiento de las dosis prescritas se asocia claramente a mejores resultados en salud y menos costes en complicaciones.
Como ha explicado la asociación, estos medicamentos ya están muy regulados a nivel hospitalario. No se indican a cualquier paciente, ni las farmacias hospitalarias aceptan dispensarlos sin un informe detallado y riguroso fruto de un consenso del servicio prescriptor, ni siquiera de un solo facultativo, y un compromiso de vigilar estrechamente su eficacia en el paciente al que se administra. «Esto es, con el copago tampoco están evitando que se prescriban y están gravando doblemente a estos medicamentos, que además el paciente no se pone por que sí, ni los puede pedir sin más» ha destacado la Liga Reumatológica Española.
Por último, han esclarecido que la puesta en funcionamiento del sistema de copago está obligando a unos gastos de gestión que anulan los supuestos beneficios económicos. «En patologías crónicas, el copago no es una solución y mucho menos aún el copago de medicamentos tan regulados».
«Si queremos ahorrar en medicamentos de dispensación hospitalaria hay otras medidas más efectivas que pasan por compartir los costes con los laboratorios farmacéuticos o que abaraten los precios, pero el paciente, que no tiene la culpa de nada de esto, no debe ser quien pague por ello», ha concluido la asociación.
Y es que, a pesar de que con esta medida los pacientes van a tener que pagar un máximo de 4,20 euros por el medicamento, la asociación ha advertido de que este coste puede significar que el paciente deje de tomar la medicación, cuando se ha demostrado que el cumplimiento de las dosis prescritas se asocia «claramente» a «mejores» resultados en salud y «menos costes» en complicaciones.
«Los medicamentos biológicos que son dispensados para el tratamiento de estas enfermedades suponen un coste elevado por paciente para el SNS, en torno a 8.700 euros por paciente y año, pero sólo lo usan entre un 10 y un 20 por ciento de los pacientes. Esto significa que la aportación que ahora se les hará pagar, no va a significar en absoluto un ahorro significativo para el SNS y sí una carga más para ellos con su ya pesada servidumbre, que les obliga a costear cada mes entre 4 y 5 fármacos más los costes derivados de su dependencia», ha lamentado. Dicho esto, la Liga Reumatológica Española ha recordado que estos medicamentos ya están «muy regulados» a nivel hospitalario y que ni las farmacias hospitalarias aceptan dispensarlos sin un informe «detallado y riguroso» fruto de un consenso del servicio prescriptor, «ni siquiera de un solo facultativo», y compromiso de vigilar «estrechamente» su eficacia en el paciente al que se administra.
Además, ha proseguido, con el copago «tampoco» están evitando que se prescriban y están «gravando» doblemente a estos medicamentos, que además el paciente no se pone «por que sí, ni los puede pedir sin más».
«La puesta en funcionamiento del sistema de copago está obligando a unos gastos de gestión que anulan los supuestos beneficios económicos. En patologías crónicas, el copago no es una solución y mucho menos aún el copago de medicamentos tan regulados. Si queremos ahorrar en medicamentos de dispensación hospitalaria hay otras medidas más efectivas que pasan por compartir los costes con los laboratorios farmacéuticos o que abaraten los precios, pero el paciente, que no tiene la culpa de nada de esto, no debe ser quien pague por ello», ha zanjado.