Los Colegios de Médicos del Siglo XXI, según se puso de manifiesto en la III Convención de la Profesión Médica, deben abandonar el carácter voluntarista para transformarse en organizaciones altamente profesionalizadas, con potentes equipos de pensadores y expertos que les permita convertirse en organizaciones del conocimiento, con estructuras de gestión modernas y eficaces, que permitan su reposicionamiento en condiciones competitivas
Madrid, 3 de diciembre 2012 (medicosypacientes.com)
Los Colegios de Médicos del Siglo XXI fue el tema central de la mesa nº 11 de la III Convención de la Profesión Médica, en la que se puso de manifiesto que estas entidades médicas deben abandonar el carácter voluntarista que tradicionalmente tienen y devenir en organizaciones altamente profesionalizadas, con potentes equipos de pensadores y expertos que les permita convertirse en organizaciones del conocimiento, con estructuras de gestión modernas y eficaces, que permitan su reposicionamiento en condiciones competitivas.
Asimismo, tal como se indicó, los Colegios del Siglo XXI en la actual situación de crisis económica financiera deben seguir enfatizando en conceptos del ideario profesional como: altruismo, vocación, voluntad de rendir cuentas, compromiso, integridad y servicio, entre otros, que «en el contexto social actual son valores poco considerados», según una de las conclusiones a las que se llegó.
Se parte, como expuso el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, el doctor Juan José Sánchez Luque, en su reflexión preliminar, de que «el futuro está en el presente». Para Sánchez Luque, los Colegios de Médicos tiene que «alzar la voz ante los recortes», pero no desde una vertiente gremial, sino desde una vertiente relación paciente-médico.
Instó a los profesionales de la Sanidad y sobre todo a los responsables de las instituciones colegiales a que cada Colegio «esté vivo», así como a que «cada médico tiene que sentir la utilidad de cada corporación colegial, para evitar que cada día los profesionales españoles tengan que hacer las maletas».
El presidente del Colegio de Médicos de Málaga reiteró la necesidad de estar unidos, «todo el mundo y sin reparos», tanto desde la Administración como desde los sindicatos, pues, en su opinión, «es la forma de sobrevivir».
La mesa, moderada por el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Tomás Cobo Castro tuvo como relator al doctor José Antonio Trujillo, médico de familia y profesor de la Líder Escuela de Gestión del Colegio de Médicos de Málaga y como discusor, al médico psiquiatra y ex consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata Cotanda. Además, participaron con sus preguntas los presidentes del Colegio de Médicos de Asturias, Pontevedra y Valladolid, Carmen Rodríguez Menéndez, Isidro Lago, vicepresidente del Colegio de Médicos de Pontevedra y José Antonio Otero, respectivamente, realizando las conclusiones de la Mesa, el presidente del Colegio de Médicos de León, el doctor José Luis Díaz Villarig.
El presidente del Colegio de Médicos de Cantabria y moderador de la Mesa, Tomás Cobo Castro, se preguntó, en un momento de su intervención, en qué ha fallado la labor de los profesionales de la sanidad, «cuando somos más noticia en los periódicos por la catástrofe ocasional que por el acierto diario».
A su juicio, «algo se ha hecho mal» al no saber explicar a la sociedad la importancia de la labor del profesional de la medicina. «Algo hemos hecho mal a la hora de explicar tanto a la sociedad como a los que nos dirigen en qué consiste nuestra profesión. Algo hemos hecho mal al explicarles lo que sentimos y sobre todo cuando la Administración le dice a un médico, que de premio, verá, además, a los pacientes de sus compañeros que están de vacaciones».
El doctor Trujillo, en su intervención, apostó por hacer de los Colegios de Médicos una institución de derecho público al servicio de la sociedad con un perfil altamente profesionalizado y transparente.
Por otra parte, y desde una visión crítica, opinó que la estructura de muchos Colegios pasa por estar «sobredimensionada y ser poco profesional en muchas ocasiones», e igualmente, expresó que los pronunciamientos públicos son tibios y no existe transparencia en su labor deontológica. También incidió en que «hay servicios jurídicos asesorados por gabinetes externos y no han encontrado su auténtico papel como interlocutores ante las Administraciones Públicas».
El discursor de la Mesa, el ex consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, tras reconocer en su intervención haber pedido, en su etapa de gestor, «ayuda a los Colegios de médicos», recalcó que la «fuerza de dichas corporaciones reside en sus colegiados, cuanto más sean, más fuerza tendrán para defender sus intereses». A su juicio, otra fuente de poder «es la autoridad que delega la sociedad en el Colegio».
Desde su punto de vista, la función de estas entidades se basa, fundamentalmente, en los intereses de los pacientes y la sociedad. A partir de ahí, consideró que los Colegios de Médicos que en el siglo XXI se tienen que actualizar en dos vertientes: por un lado, con nuevas necesidades sociales, es decir, autonomía, autogestión, co-responsabilidad transparencia, información, participación, control, etc… y por otro, con nuevas necesidades profesionales, tales como los nuevos roles (entrenador, asesor del paciente), nuevas formas organizativas (socio-sanitarias); sanidad virtual (e-medicina); problemas éticos (muerte digna, eficiencia,…); condiciones de desempeño (dignidad profesional) entre otras.
Seguidamente, los presidentes de los Colegios de Asturias, Pontevedra y Valladolid recalcaron la necesidad de mejorar la competencia de los médicos a través de la formación continuada y por su parte, el doctor Lago preguntó dónde está la «frontera» de las competencias entre colegios y sindicatos, a lo que el doctor Trujillo respondió asegurando que «con el descrédito que tienen los sindicatos, la OMC debe ser un interlocutor válido y creíble».
