Laura Juanatey Martínez, con 23 años y graduada en Educación Infantil, ha recibido hoy el Premio Jesús Galán de 2021 otorgado por la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) a los mejores expedientes de huérfanos de médicos protegidos por la institución. En esta entrevista, para Médicos y Pacientes, agradece este reconocimiento: “Este premio es un homenaje a mi padre, médico, que formó parte de esta Fundación”
En concreto,Laura Juanatey Martínez ha recibido el Premio Jesús Galán 2021 en la categoría de mejor expediente académico de un huérfano/a graduado/a en otra carrera superior. La premiada es graduada en Educación Infantil e hija del médico Ignacio José Juanatey Dorado, fallecido en el año 2013.
Tal y como señala en esta entrevista, “este premio significa un reconocimiento a los años de esfuerzo durante la carrera y también un homenaje a mi padre, pues formo parte de esta Fundación por él”.
“Pero todo esto no habría sido posible sin la ayuda de esta fundación, que nos ha brindado ayuda, tanto a mi familia como a mí, desde el primer día que faltó mi padre”, asegura Laura Juanatey.
Laura Juanatey pertenece al Colegio Oficial de Médicos de A Coruña y está protegida por la Fundación desde los 15 años. Ha recibido la ayuda de la Fundación de orfandad a menores de 21 años, prórroga al cumplir 21 años, y una beca para los estudios de Educación Infantil.
“Este premio, además del reconocimiento personal, estoy segura de que me abrirá puertas a la hora de seguir estudiando o de empezar a trabajar”, señala.
Cuenta que no era conocedora de estos premios hasta que el Colegio de Médicos de A Coruña “me mandó un correo informándome e invitándome a participar”. “Tengo que reconocer -dice- que envíe la documentación sin expectativa alguna, aunque tengo una buena media, no creía que sería suficiente como para ganar un premio nacional”.
Para Laura Juanatey, “la Fundación nos ha ayudado desde el primer día que faltó mi padre, dándonos la oportunidad de hacer cosas que sin su ayuda es probable que no podríamos haber hecho. Por ejemplo, vivir fuera de casa durante mi estancia en la universidad. Y por todo ello estamos eternamente agradecidos”.
Pero más allá de las ayudas a huérfanos, tal y como señala la premiada, “la Fundación ejerce una labor social con los médicos colegiados y sus familiares. Y esta labor es de agradecer, en especial en los tiempos que corren”.
Por ello, considera que “es fundamental aportar nuestro granito de arena en esta fundación, pues nunca sabemos cuándo nos puede hacer falta esta ayuda”
“Decidí estudiar educación infantil, es algo que tengo claro desde bien pequeña. Siempre me ha encantado la enseñanza y los niños pequeños. De hecho, no recuerdo haber querido ser otra cosa que no fuese lo que soy hoy en día: maestra”, concluye.
