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La tercera ola de la pandemia impactará en la salud mental y será por causas económicas

“No hay que patologizar el malestar que provoca la pandemia en la salud mental, la fatiga pandémica no existe como tal, refleja la situación de agotamiento de la población ante un escenario de estrés prolongado”, según asegura la Dra. Maria Fé Bravo, Jefa de Psiquiatría y Salud Mental de La Paz, quién alerta del impacto en la salud mental de una tercera ola de esta pandemia a causa de problemas económicos.

Ante el avance del concepto “fatiga pandémica”, especialmente por parte de medios de comunicación, para explicar y denominar algunas consecuencias o síntomas de salud mental en la población bajo el actual contexto de pandemia, Médicos y Pacientes ha entrevistado a la Jefa de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital La Paz de Madrid para conocer si esta terminología se ajusta a la realidad y que implicaciones tiene.

En opinión de la experta este término se ha sacado más en los periódicos y televisiones que en los propios servicios de Salud Mental de nuestro país. Desde su punto de vista estas palabras responden a la descripción de “una situación de prolongación de restricciones y de todos los problemas y limitaciones relacionadas con el contexto de pandemia que, lógicamente, están generando un agotamiento, pero no es un término técnico o una patología de Salud Mental”- aclara.

La Dra. Bravo asegura que, en base a la experiencia con las personas que han atendido y que estaban en tratamiento de salud mental previamente, “éstas resistieron y respondieron bastante bien a la primera ola de la pandemia, tanto las que tenían problemas más graves como las que tenían patologías más leves, a pesar de lo estricto del confinamiento, fue algo que constatamos”.

No obstante – explica – “es cierto que la prolongación de esta situación va haciendo su efecto y está dificultando la recuperación de muchas personas con cuadros depresivos o de ansiedad, puesto que necesitan la activación, es decir, realizar actividades de relaciones sociales y ejercicio físico y eso ahora está muy limitado. Este escenario, necesario por la situación epidemiológica, se está haciendo más difícil de llevar y estamos observando en las personas este agotamiento, un factor que añadido a la perspectiva de que esto se va a prolongar por lo menos unos cuantos meses, esta retrasando y perjudicando estos procesos y recuperaciones”.

Respecto a los efectos que la pandemia está teniendo en la población general, considera que el verano fue un punto de inflexión porque “todo el mundo experimentó la fantasía de que se había resuelto y no ha sido así, por eso – resalta – ahora vemos en las consultas la dificultad para restablecer o realizar las actividades que generalmente son las que nos producen o promueven un bienestar desde el punto de vista de la salud mental como son las sociales, culturales o de ejercicio físico. Esa prolongación está haciendo mella y eso es lo que desde los medios se ha denominado “fatiga pandémica” aunque, insisto, como término técnico no existe”.

La Dra. Bravo hace hincapié en las dificultades que esta situación plantea en las personas que padecen problemas y trastornos depresivos o de ansiedad, especialmente aquellas con trastorno mental grave. Este colectivo realizaba de manera habitual actividades y rutinas en centros de día, rehabilitación, reinserción… y ahora han visto como esas iniciativas están limitadas o condicionadas por el tema de aforos o por los protocolos anti covid.

Desde su punto de vista esta situación prolongada no genera en sí mismo nuevas patologías a nivel general, pero reconoce que la falta de perspectivas de mejora puede influir como factor estresante crónico en las personas, y por tanto considera que es fundamental vigilar en las consultas este elemento.

Aliviar económicamente a las personas más vulnerables puede aminorar la tercera ola de la pandemia

La Dra. Bravo pone el acento en el impacto que va a tener en la salud mental todas las problemáticas económicas. “Este impacto sobre las condiciones económicas y de vulnerabilidad social de las personas va a ser mucho mayor porque genera un grado de amenaza superior. Ya lo vimos en otras crisis económicas como la que comenzó en 2008, cuando se produjo un incremento de trastornos mentales comunes como depresión y ansiedad, y eso lo estamos viendo ya, es una realidad que está aquí. La OMS habla de una tercera ola que impactará de lleno en la salud mental debido a estas circunstancias, si a esto le sumamos que ahora no podemos desarrollar las actividades de bienestar con normalidad, se plantea un panorama muy complejo en este sentido” – explica.

Por todo ello, considera fundamental para paliar este indiscutible impacto cubrir esas necesidades y carencias económicas, “tenemos que estar todos preparados para ello, aliviar estas problemáticas económicas, especialmente en las personas más vulnerables, ayudará mucho a aminorar esta tercera ola” – asevera.

El refuerzo de las plantillas, clave par apoyar la salud mental de los profesionales sanitarios

Al respecto del impacto de la pandemia en la salud mental de los sanitarios, asegura que el desgaste en los profesionales es evidente porque no ven el fin a una situación que es de emergencia. “Para los sanitarios uno de los elementos que más nos influye psicológicamente es la falta de conciencia o responsabilidad que percibimos a nivel de la población para evitar los contagios. Esta situación la estamos viendo y sufriendo y nos produce un agotamiento y a veces también enfado. La vacuna, al menos introduce una perspectiva de posible finalización, pero aún quedan muchos meses difíciles, especialmente en Atención Primaria que esta segunda ola ha sido la primera línea de batalla y donde no se vislumbra aún el final.” – expresa.

Para mejorar la situación de los sanitarios y de la población cree que es imprescindible mantener los refuerzos que se han hecho a nivel de recursos humanos para poder así llegar a las personas que están en tratamiento y para poder atender a aquellos que están sobrepasando umbrales altos de malestar. “Ahora mismo, por la saturación de la Atención Primaria, no se está pudiendo derivar a salud mental a los pacientes, hay una barrera en Atención Primaria porque están sobrecargados debido a la respuesta ante la COVID, no están pudiendo detectar y derivar a salud mental y esto es fundamental”.

Por consiguiente, el refuerzo de las plantillas en todos los ámbitos asistenciales es clave y paliará la fatiga de los sanitarios, que existe “porque no se da abasto, los que estamos no podemos con todo y por ello el refuerzo de la sanidad pública es fundamental, esto es lo que más apoyará a los profesionales”.

¿Cómo enfrentarse a este desgaste?

Para sobrellevar la pandemia y afrontarla de la mejor manera, la experta asegura que es fundamental que la población sea consciente de la realidad “el realismo aquí es clave, no hay que crearse fantasías porque será peor”.

En su opinión, promover la actividad física en sitios abiertos y sin grupos es un elemento que puede ayudar a regularnos emocionalmente, liberar la ansiedad y el malestar. Además, apuesta por mantener las relaciones sociales con la distancia y siempre bajo las recomendaciones sanitarias para mantener contacto de la manera que sea posible. “Aunque sea doloroso no podemos dar abrazos” – y añade que – “hay ejercicios de relajación y respiración, incluso apps en este sentido que pueden ayudarnos a calmarnos en los momentos que creemos que vamos a explotar. Tenemos que pensar que esto tendrá un final, aunque sea largo y cambie algunas costumbres”.

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