José María Lara se ha graduado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Cádiz. Actualmente se está preparando oposiciones para el Cuerpo de Técnicos de Hacienda. Su padre médico en Cádiz falleció cuando el tenía 6 años y desde entonces ha percibido las ayudas de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC). “Dada la situación familiar en la que me encontré. Siempre estaré agradecido a los médicos que han permitido estas ayudas tan importantes para personas como yo”, afirma en esta entrevista
Un total de 28 matrículas de honor durante la carrera. Por ello, ha sido reconocido con uno de los Premios Jesús Galán de la FPSOMC, en la categoría al mejor expediente académico de una carrera superior diferente a la de Medicina (en su caso, el grado en Administración y Dirección de Empresas). ¿Hace algo especial o diferente al resto de estudiantes para obtener tan excelentes resultados? ¿Algún secreto para ello?
Muchos compañeros me lo han preguntado, tanto en el colegio como en la universidad, y yo siempre les digo lo mismo: el secreto está en ser constante y esforzarse cada día. Dar pequeños pasos día a día, parece un tópico, pero es el único secreto que yo tengo para conseguir buenas calificaciones: trabajo, trabajo, y más trabajo.
¿Cómo se enteró de la existencia de estos galardones y qué significa para usted haber recibido uno de ellos?
A través de mi madre, ella me lo comentó cuando yo estaba en la carrera y la verdad que para mí suponía un reto difícil poder conseguir este galardón. Nunca dejé de forzarme, no solo pensando en el premio, sino también con el objetivo de superarme a mí mismo. Para mí es un orgullo haber podido conseguir ese premio, como fruto de todo del trabajo realizado cuatro años, es un premio a la constancia y el esfuerzo.
¿Qué le ha supuesto la ayuda de la FPSOMC y, por extensión, de los compañeros de profesión de sus padres?
Las aportaciones de la Fundación desde que soy beneficiario suponen un impulso para mi formación, dada la situación familiar en la que me encontré a mi corta edad de 6 años. Siempre estaré agradecido a los médicos que han permitido estas ayudas tan importantes para personas como yo.
¿De qué forma considera que le ayudará este premio en su formación?
Pues creo que además del apoyo económico que supone y que me permite continuar sufragando los gastos de la preparación de oposiciones, constituye un elemento motivador para seguir progresando en el ámbito académico, así como enriqueciendo mi formación.
¿Conoce, en líneas generales, la labor que desarrolla la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC)?
En lo que a mí respecta, la labor de la Fundación que conozco es la ayuda a los hijos de médicos en casos de orfandad, de la que soy beneficiario desde los 6 años de edad.
¿Cuál es su opinión sobre la labor que realiza la FPSOMC?
Estoy enormemente agradecido a la Fundación por la gran labor social que desarrollan y, en particular, por haber contribuido positivamente en mi trayectoria académica.
¿Cree que el modelo que ha implementado esta Fundación en la profesión médica podría exportarse a otras profesiones, por ejemplo, aquella para la que usted se está formando?
Sí. Considero que habría que adaptar el modelo a la capacidad económica de los hipotéticos “socios protectores” y a las necesidades de los beneficiarios.
¿Qué opina de la figura del socio protector?
Creo que es su papel es imprescindible. De hecho sin estos socios que colaboran y hacen una gran labor, yo no estaría recibiendo este premio. Por lo tanto, les estoy muy agradecido y espero que se sientan reconfortados al ver que pueden ayudar a las personas que quizá no están tan buenas condiciones económicas y sociales como ellos.
¿Recomendaría a personas cercanas, médicos de profesión, que se hicieran socios protectores? ¿Qué les diría para convencerles de la necesidad de seguir impulsando la labor de la FPSOMC?
Por supuesto, lo recomendaría sin lugar a dudas. Les diría que pueden ayudar a muchas personas a lograr sus sueños, superar obstáculos, facilitar su desempeño social y profesional. Hay personas con un gran talento que solo pueden estudiar con ayudas económicas. Gracias al apoyo de la fundación muchas personas consiguen una mayor calidad de vida en muchos ámbitos, lo que les permite desarrollarse personal y profesionalmente. Les plantearía la siguiente cuestión: ¿Por qué no darle la oportunidad a alguien para demostrar su valor?
¿Y usted, tras ser beneficiario, continuaría facilitando la labor de esta Fundación centenaria como donante?
Al comprobar en primera persona la alegría que puede generar en alguien el hecho de poder recibir ese premio (así como el apoyo financiero y motivacional que supone) sería un acierto poder contribuir a devolver una pequeña parte de lo que la Fundación me ha otorgado a lo largo de todos estos años.
¿En qué momento de su vida decidió estudiar Administración y Dirección de Empresas? ¿Qué le impulsó a ello?
Mi pasión por la economía me llegó alrededor de los 16 años. Desde ese momento tuve claro que quería estudiar algo relacionado con el mundo económico y las finanzas. Estoy bastante satisfecho con la decisión porque he recibido una gran formación que me facilita, en cierta medida, el estudio de las oposiciones que estoy preparando.
¿En algún momento de su vida consideró continuar con la vocación de sus padres y estudiar Medicina? En caso afirmativo, ¿por qué no siguió adelante?
La verdad que nunca me planteé ser médico. Creo que es una de las profesiones que requieren una gran vocación y considero que no tengo las cualidades que se necesitan para desempeñar dicha profesión. No obstante, es una profesión que, por supuesto, valoro muchísimo.
¿Cuáles son sus planes de futuro?
Ahora mismo estoy preparando oposiciones para el Cuerpo de Técnicos de Hacienda y mi objetivo es poder llegar a ser un gran profesional dentro de la administración tributaria y una persona valorada tanto por los compañeros como por los jefes y por todos los que me rodean.
¿A quién le dedica el premio?
Este premio se lo quiero dedicar a mi familia. En particular, a mi padre que espero esté muy orgulloso allá donde esté y, por supuesto, se lo quiero dedicar a mi madre, que es la persona que lucha día a día para que yo pueda conseguir mis objetivos.
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