Este lunes a las 17 horas se celebra virtualmente el seminario ‘Transformación digital de la Sanidad y los servicios asistenciales’, organizado por la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC). Las características de esta pandemia han impulsado soluciones digitales preexistentes, pero poco desarrolladas, situando a la telemedicina en primer plano. Francisco José Sánchez Laguna, responsable del Servicio de Coordinación de Sistemas de Información en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), participa en la jornada y subraya que “la telemedicina es un complemento a la asistencia presencial, pero nunca podrá sustituirla”
¿Cómo funciona el sistema de telemedicina en el Servicio Andaluz de Salud?
Tenemos varios sistemas que pueden ser considerados para realizar Telemedicina:
– Un sistema de consulta virtual entre profesionales, integrado con la historia clínica electrónica y que permite a los profesionales hacerse consultas (con formularios estructurados, si fuera necesario) sin necesidad de que el paciente tenga que desplazarse.
– Contamos con un sistema de mensajería y seguimiento con los pacientes integrado también con la historia clínica. Se llama ClicSalud+ y es la historia clínica personal de los ciudadanos, donde pueden ver su información clínica y comunicarse con sus profesionales sanitarios de manera segura.
– También tenemos un sistema para el envío y recepción seguras de ficheros entre profesionales y pacientes. De esta forma los profesionales pueden enviar documentación que los pacientes pueden necesitar (resultados analíticos, partes de baja laboral, etc…) y pueden también solicitar ficheros a los pacientes (por ejemplo, fotos de lesiones sobre las que quieren consultar). En esta plataforma se está integrando también un sistema de videoconsulta segura entre profesionales y pacientes.
¿Estaba el sistema preparado para prestar asistencia telemática?
Los dos primeros que mencioné antes (Teleconsulta y ClicSalud+) ya estaban en producción antes de la pandemia. La tercera plataforma mencionada antes (Mercurio) estaba en sus fases iniciales de pilotaje y la pandemia aceleró su implantación y sirvió para incorporarle nuevas funcionalidades.
¿Es viable la continuidad asistencial por esta vía?
Por supuesto. Debemos entender que la Telemedicina es un complemento a la asistencia presencial; nunca podrá (ni debería) sustituirla. Pero bien es cierto que, en ocasiones, es más eficiente para el sistema y cómodo para los pacientes no tener que desplazarse para según qué tipo de consultas. Ahí es donde entra la Telemedicina. También nos puede servir para agilizar algunos circuitos asistenciales y poder prestar una atención más temprana a aquellas personas que lo pueden necesitar.
Pero quiero recalcar el papel de la Telemedicina como herramienta de apoyo. La tecnología no es más que eso, algo que nos ayuda a hacer las cosas, pero no debemos perder el foco de nuestra organización: una asistencia sanitaria de calidad.
¿Cómo afecta esta herramienta a la relación médico-paciente?
Te voy a responder con una pregunta para establecer un paralelismo: ¿cómo ha afectado, por ejemplo, la mensajería instantánea (como Whatsapp) a la comunicación entre las personas? Como cualquier herramienta, ha mejorado algunas cosas, ha creado nuevas formas de hacer cosas… pero también ha traído efectos perniciosos o no deseables. Igual que un cuchillo sirve para cortar un buen jamón o para herir a otra persona, el modo en el que la Telemedicina puede afectar (tanto en positivo como en negativo) a la relación médico-paciente dependerá del uso que hagamos de la misma.
En una relación bien establecida con un uso bien orientado y consensuado, puede ser una herramienta magnífica. Si usamos la Telemedicina «para evitar ver pacientes en la consulta», estaremos afectando muy negativamente la relación con nuestros pacientes.
Al final no es la tecnología, son las personas.
¿Qué aspectos positivos presenta?
Como dije antes, nos puede ayudar a optimizar nuestros tiempos, evitar desplazamientos innecesarios y permitir que se hagan antes y mejor orientados los que sí lo son.
¿Cuáles son los puntos más negativos?
El peligro de deshumanizar la asistencia sanitaria si no hacemos un buen uso de la misma… además de algunos peligros que pueden generarse en el ámbito de la seguridad del paciente y de la información.
¿La asistencia telemática ha llegado para quedarse?
Yo no creo que «haya llegado» como consecuencia de esta pandemia. Ya estaba de antes, no es nada nuevo… ya existía la Telemedicina cuando yo era estudiante (y ya ha llovido). Lo que sí es cierto es que la pandemia nos ha ayudado a hacerla más visible, a valorar sus ventajas y la necesidad de implementarla, de no seguir haciendo las cosas como siempre… el hecho de que las herramientas «estuvieran maduras» no era óbice para poder decir que «ya teníamos Telemedicina». Como he venido defendiendo en las preguntas previas, la Telemedicina no es más que una herramienta, la tecnología no es más que una ayuda… el verdadero cambio está en las personas, en las organizaciones… es más gestión del cambio que un hito «tecnológico».
