Durante la Jornada «Apuntes para una política pública de vacunaciones», promovida por el Grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), junto a la Red Española de Atención Primaria (REAP), celebrada en la sede de la Organización Médica Colegial, se habló de la necesidad de que las Asociaciones científico-profesionales se comprometan más enfavorecer la efectividad de las vacunas
Madrid, 29 de octubre 2013 (medicosypacientes.com)
Promover un debate científico y desapasionado para lograr entre todos los mayores beneficios de una política pública de vacunaciones, ha sido uno de los principales objetivos de la Jornada «Apuntes para una política pública de vacunaciones», promovida por el Grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), junto a la Red Española de Atención Primaria (REAP), celebrada en la sede de la Organización Médica Colegial.
Durante la Jornada se puso de manifiesto cómo las opiniones de los expertos en el tema de las vacunas tienen más influencia que las opiniones de especialistas en otro tipo de medicamentos, por lo se hace necesario prestarles mayor atención. En este sentido, según los expertos participantes, «hay que insistir en que las Asociaciones profesionales deben comprometerse en favorecer la efectividad de las vacunas».
En la jornada se habló del calendario vacunal unificado de la mano de Amós García, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunas (AEV), considerándose una herramienta muy útil en la política pública de vacunación si bien, «habría que aceptar cierta flexibilidad en cuanto a las pautas temporales de administración de las vacunas cuando la respuesta inmunitaria no sea muy diferente de administrarse en distintas edades». «No ha lugar a que se introduzcan vacunas con pautas antigénicas distintas y que, además, no se haya demostrado suficientemente su efectividad», según apuntó, por su parte, el coordinador de la Jornada, el doctor Luis Palomo.
En el encuentro se dejó constancia, asimismo, de que las vacunas siguen siendo una herramienta indispensable en las políticas públicas de salud. En concreto, las vacunas sistemáticas de la infancia han mostrado su eficacia a lo largo de los años en relación a la morbi-mortalidad, por tanto, se insistió en seguir haciendo hincapié en las bondades de las vacunas lo cual requiere mecanismos de información diferentes a los que hasta ahora se han manejado, dados los cambios que ha experimentado la sociedad actual.
«Vacunas sí pero basadas en la evidencia»
En el transcurso de la Jornada se celebró una mesa de debate moderada por Rosa Magallón, presidenta de la Red Española de Atención Primaria (REAP), que contó con la participación de José Tuells, miembro de la Cátedra de Vacunología Balmis, de la Universidad de Alicante (CSIPS); quien habló de la aceptabilidad de las vacunas y compensación de daños en relación a efectos adversos de vacunas, habitual en otros países mientras que en España no hay nada desarrollado al respecto. Se trata, como se explicó durante la mesa, de que «los posibles efectos adversos de vacunas aplicadas en niños, sobre todo, puedan ser compensados de alguna manera». Se opina que tiene que haber una propuesta de compensación de daños en todo el territorio nacional. No obstante, surgió discrepancia por parte de algunas voces que opinan que en el momento que se acepta una vacuna voluntariamente se hace con todas las consecuencias».
Galo Sánchez-Robles, miembro del Servicio Extremeño de Salud y componente del Grupo GRADE de evaluación de medicamentos, abordó la evaluación de la efectividad de las vacunas, en función del uso de variables intermedias o de variables finales de resultados en salud. En este sentido, se expuso que hay estudios que evalúan resultados intermedios frente a placebo pero no se tienen en cuenta los resultados finales. «De manera que nos encontramos con vacunas con buenos resultados intermedios sin que después hayan demostrado beneficio final».
Los expertos consideran, en este sentido, un riesgo introducir en el calendario vacunas que no hayan arrojado efectos en salud, y que sólo hayan demostrado pequeños efectos en variables intermedias,como la actividad opsono-fagocitaria.
En esta mesa de debate también se habló sobre la responsabilidad médica y salud pública vacunal, a cargo del profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Comillas (ICADE), Federico de Montalvo, a su vez, vicepresidente del Comité de Bioética de España.
Se puso de manifiesto cómo la Ley de Autonomía del Paciente prevalece sobre criterios de Salud Púbica a la hora de adoptar medidas vacunales, «lo cual parece un aspecto contradictorio en el plano jurídico entre la Ley General de Salud Pública y la propia Constitución que dicta que que la Salud Pública prevalece por encima del bien individual», según se expuso.
Como explicó al respecto el doctor de Montalvo, «nuestro ordenamiento jurídico no recoge un deber legal de vacunación, fuera de los supuestos de epidemias, ni establece previsión expresa alguna sobre mecanismos legales para resolver los conflictos que pueden plantearse en torno a las vacunas, sobre todo, por la negativa de los padres a la vacunación de sus hijos». En definitiva un «agujero jurídico» que tendrá que contemplarse y subsanarse.
Se adjunta informe sobre la jornada
