El sindicato médico de Segovia (CESM Segovia) critica la modificación introducida por la Junta de Castilla y León en el período de formación externa que reciben los Médicos Internos Residentes (MIR) que les impide completar este período tan necesario en centros ajenos a nuestra comunidad
La formación de los Médicos Internos Residentes incluye periodos de rotación en centros externos al que reciben el acompañamiento, con el fin de capacitarse en técnicas específicas no incluidas en la cartera de servicios del centro en el que cursan su residencia. Hasta hace unas fechas, estos jóvenes médicos podían optar a realizar estas rotaciones en cualquier Hospital español (o incluso extranjero) que proporcionara la formación deseada, con la única y lógica limitación de la oferta de plazas disponibles en dicho centro de destino.
Por desgracia, SACYL ha cambiado este criterio y en la actualidad deniega la práctica totalidad de estas solicitudes para cursar rotaciones en centros no pertenecientes a nuestra comunidad autónoma. Los gestores de la sanidad castellanoleonesa aducen dos causas para esta negativa: por un lado, el deseo de ser autosuficientes con los centros propios de nuestra comunidad y, por otro, evitar que los hospitales externos puedan captar a nuestros residentes e interferir así en la política de fidelización de los médicos formados en Castilla y León, circunstancia que tiene especial relevancia en estos tiempos de escasez de profesionales en nuestro sistema público de salud.
Desde el Sindicato Médico CESM Segovia creemos que esta desafortunada decisión es errónea y contraproducente porque devalúa la oferta formativa de nuestros MIR y convierte a Castilla y León en un destino menos atractivo a la hora de elegir centro para cursar la Residencia. Inevitablemente esto supondrá, a corto y medio plazo, una merma en la cantidad y calidad de estos profesionales que tenderán a optar por otras autonomías que sí permitan esta formación en centros extra-comunitarios.
Exigimos a los responsables de SACYL que rectifiquen esta decisión tras la cual intuimos motivos economicistas no confesados, así como una visión estrecha, incluso provinciana, de nuestra comunidad autónoma. De no hacerse así mucho nos tememos que este “confinamiento perimetral” a la que se verán abocados nuestros MIR acabe desembocando en una pérdida de la calidad no solo de la formación postgrado en Castilla y León, sino también de nuestros centros y, lo que más nos preocupa, de la atención sanitaria prestada a nuestros conciudadanos.
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