El Colegio de Médicos de Las Palmas ha iniciado hoy la vacunación contra la gripe a sus colegiados en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. El objetivo es disminuir la incidencia de la gripe entre los médicos dada la coexistencia con la pandemia por COVID-19
La sede colegial en Gran Canaria se convierte en un punto de vacunación temporal para los médicos en colaboración con la sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias.
El Colegio ha diseñado un circuito limpio de acceso a la vacunación en su sede en Gran Canaria. En Lanzarote y Fuerteventura, los colegiados se podrán vacunar en dos centros colaboradores tras acuerdos específicos. En cualquiera de las tres islas es imprescindible solicitar cita previa en la web del Colegio de Médicos.
Cualquier colegiado tendrá acceso a la vacunación antigripal del Colegio, cerca de 6.000 médicos de la provincia. Pedro Cabrera, presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, declaró que esta medida está dirigida “sobre todo para aquellos médicos que practican la medicina en la consulta privada y no disponen en su empresa, hospital o clínica de un departamento de medicina preventiva que se encargue de su vacunación antigripal; así como a los médicos jubilados”.
Marta León, secretaria general del Colegio destacó que “los médicos, como agentes de salud, deben inmunizarse frente al virus de la gripe como medida de autoprotección”. Y animó a participar en la vacunación antigripal, “a la mayor cantidad de médicos posibles”, independientemente de que su labor sea asistencial o no, ya sea a través de la Institución o a través del Servicio Canario de Salud”. Este año es especial, porque, explicó, que “hay que disminuir la posibilidad de que confluyan dos procesos infecciosos víricos, en los que los síntomas pueden ser inicialmente muy similares”.
Del mismo modo, el Colegio hace extensible a la ciudanía las recomendaciones sanitarias para que este otoño estén vacunadas contra la gripe la mayor proporción de la población posible. Especial indicación tienen las personas de riesgo: todos los mayores de 60 años, enfermos crónicos de cualquier edad y sus cuidadores, mujeres embarazadas, grandes obesos, personal sanitario y de otras profesiones que también son esenciales para la comunidad, como policías y bomberos.
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