El Colegio de Médicos de Jaén ha reiterado su rechazo a las pseudoterapias, considerando estas prácticas "contrarias a la verdadera ciencia, a la profesión médica y a los auténticos valores de la Medicina". La entidad médica jienense se ha pronunciado tras las noticias publicadas en los medios de comunicación sobre el daño sufrido por una paciente como consecuencia de tratamientos no validados científicamente y por parte de un médico colegiado en dicho Colegio de Médicos
Ante estos hechos, la Comisión Permanente del Colegio de Médicos de Jaén acordó la apertura de Información reservada, conforme al artículo 72.2 de los Estatutos.No obstante, según explica en un comunicado, dado que el mismo día se solicitó por parte de la U.D.E.V. de la Comisaría Provincial de Jaén información sobre el particular consecuencia de la investigación de hechos presuntamente constitutivos de lesiones por posible negligencia profesional, se acordó suspender la información reservada por prejudicialidad penal.
Así, la corporación médica jienense manifiesta, con carácter general, su más absoluto rechazo a estas prácticas que consideramos contrarias a la verdadera ciencia, a la profesión Médica y a los auténticos valores de la Medicina.
Insiste en que el acto médico «siempre debe de estar basado en la evidencia científica, lo que marca la diferencia con esas otras prácticas no sustentadas en el método científico y que es la gran e importante diferencia con las llamadas pseudociencias o pseudoterapias».
«Desde los Colegios de Médicos queremos manifestar que estamos en contra de estas prácticas que consideramos engañosas e ilusorias y contrarias a la verdadera Medicina, que es la científica, y las oferte quien las oferte, ya sea médico, otros sanitarios, charlatanes o intrusos», remarcan.
Recuerda que el Consejo General de Colegios de Médicos y el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, «nuestros máximos representantes a nivel nacional y autonómico, han puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones los principales riesgos que pueden derivarse de estas prácticas, que pasan por el abandono por parte de los pacientes de tratamientos y terapias médicas que han demostrado su evidencia científica, y su sustitución por prácticas sin aval científico, lo cual puede ocasionar graves problemas de salud e, incluso, la muerte».
Asimismo, alude al Código de Deontología Médica, que, en su artículo 26.2 establece: “No son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida”.
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