Una de las lesiones que se producen y que más preocupa a los odontólogos es la periodontal, que se producen en casi la mitad de los usuarios de estos objetos y que aumentan si el piercing es de metal o su colocación es extraoral
Madrid, 25 de septiembre 2008 (Europa Press)
Los ‘piercings orales’ causan numerosas complicaciones y lesiones bucodentales en la mayoría de sus usuarios, según un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA).
Según el profesor de Odontología de la URJC José Andrés Sobrino, responsable de la investigación, esta moda está provocando «multitud de perjuicios para la salud bucodental» de los jóvenes. No en vano, datos manejados al respecto revelan que el 72 por ciento de los pacientes con estos ‘piercing’ han sufrido alguna complicación posterior a su colocación. La más frecuente es la inflamación (el 35 por ciento); el dolor (18 por ciento); dificultad de hablar y masticar (el 15 por ciento); alteración del gusto (5 por ciento); sangrado (4 por ciento); aumento de la salivación; infección y parestesias (2 por ciento) y alergia (1 por ciento).
Pero si alguna lesión preocupa a los odontólogos es la periodontal, ya que se producen en casi la mitad de los portadores de ‘piercings’ (48,1por ciento). Éstas aumentan, según precisa el estudio, en los sujetos que llevan el ‘piercing’ de metal y colocación extraoral.
Además de los daños tras la colocación del ‘piercing’, se producen también lesiones periodontales y en los tejidos duros y blandos, tanto en la colocación extraoral como intraoral e independientemente del tipo de ‘piercing’, material o tiempo de permanencia.
Las fisuras son los daños en los tejidos duros más frecuentes (96,5 por ciento), seguidas de las abrasiones (10,3 por ciento) y finalmente de las pigmentaciones (3,5 por ciento). Con respecto a los tejidos blandos, el 85 por ciento de los sujetos presenta alguno, siendo el más frecuente la impronta (72 por ciento); la depapilación (15 por ciento); queloides o crecimientos exagerados del tejido cicatricial (7 por ciento) y la úlcera (6 por ciento).
