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Dra. Isabel de la Mata: “Es inadmisible que niños y adultos mueran de enfermedades para las que existe una prevención segura y eficaz”

La Dra. Isabel de la Mata, consejera principal de salud y gestión de crisis de la DG. Sante de la Comisión Europea, participará en la VI Jornada Europea del CGCOM que se celebra este viernes a partir de las 9'00 h. Lo hará en la mesa redonda dedicada a los retos que se le plantean en la UE en el binomio inmigración-salud pública. La Dra. de la Mata se muestra convencida, como expone en esta entrevista, de que estamos en un momento idóneo para definir las políticas europeas para los próximos cinco años, al tiempo que considera "inadmisible" que niños y adultos mueran de enfermedades para las que existe una prevención segura y eficaz

La Dra. Isabel de la Mata, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, es desde marzo de 2008, consejera principal de salud y gestión de crisis de la DG. Sante dentro de la Comisión Europea. 

 
Con anterioridad trabajó como consejera de Salud y Consumidores en la Representación Permanente de España ante la UE, como directora general adjunta de Planificación de la Salud en el Ministerio de Sanidad. Ha trabajado con la OMS y en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y en Osakidetza
 
La Dra. de la Mata se graduó en Medicina y Cirugía en la Universidad del País Vasco en 1983 y posee títulos de postgrado de la Universidad de Lovaina y París en Salud Pública, en Administración de Hospitales y estadística. 
 
-¿Se puede calificar de crisis sanitaria la situación que atraviesa la población inmigrante en Europa?
 
-No lo creo. Primero, deberíamos definir a qué población nos referimos, porque en la Unión Europea hay más de 40 millones de personas que tienen un pasaporte de un país tercero (y no consideramos inmigrantes los ciudadanos europeos que viven en otro país de la Unión Europea). Las situaciones y motivos de encontrarse en Europa son muy diferentes. Hay estudiantes, funcionarios, investigadores, personas que han llegado por reagrupación familiar, trabajadores que llegaron previo contrato de trabajo, y también hay inmigrantes irregulares.
 
Creo que la situación empezó a ser más visible en otoño de 2015, cuando hubo una repentina entrada de gran cantidad de ciudadanos de terceros países en un corto espacio de tiempo. Pero aquello una crisis social y política, más que sanitaria.
 
Según un reciente informe de la OMS (http://www.euro.who.int/en/health-topics/health-determinants/migration-and-health/publications/2018/report-on-the-health-of-refugees-and-migrants-in-the-who-european-region-no-public-health-without-refugee-and-migrant-health-2018),  los refugiados e inmigrantes pueden ser vulnerables a enfermedades infecciosas por falta de atención sanitaria o que ésta haya sido interrumpida en el país de origen o por exposición a infecciones y falta de atención en tránsito y pobres condiciones de vida en el país de destino. Pero normalmente, las personas que llegan son jóvenes y están en buena salud. Muchos de ellos empeoran su situación sanitaria después de un tiempo en Europa, por las condiciones de vida.
 
 
-Actualmente, ¿se le presta a la salud la debida atención en el marco de la UE en cuanto a recursos humanos y materiales?
 
-La salud está recogida en el Tratado de la Unión. Nos movemos en ese marco. Se tiene en cuenta cuando se diseñan y financian otras políticas. Los legisladores europeos (Consejo y Parlamento) han decidido, y seguirán decidiendo, hasta donde la salud es una política comunitaria y hasta donde la asistencia sanitaria es una política exclusivamente nacional. Existen multitud de instrumentos para luchar contra las desigualdades en salud entre y en el interior de los Estados Miembros de la UE y mecanismos de cooperación. Existen dos agencias europeas que se ocupan de dos elementos importantes, medicamentos y amenazas para la salud, y otras de seguridad alimentaria, de salud laboral, de riesgos químicos y ambientales, que también afectan a la salud.
 
Ahora estamos en un momento ideal para definir las políticas europeas para los próximos cinco años y es donde todos los agentes pueden dar su punto de vista y ayudar a marcar el camino para el futuro.
 
-¿Hay alarma ante la reaparición de enfermedades contagiosas como está sucediendo, por ejemplo, con el sarampión que ha desatado una crisis de salud en EEUU relacionado con vacunación?
 
-No se han alcanzado los objetivos de eliminación de algunas infecciones prevenibles mediante vacunación. El sarampión, en concreto, ya que lo menciona, los objetivos de “Salud para todos en el año 2000”, debía haberse eliminado de la región europea de la OMS en 2000. Después el objetivo se ha ido retrasando y el actual es la eliminación en 2020. Está claro que no lo vamos a conseguir, dados los últimos datos. 
 
Según el reciente informe del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades “Who is at risk for measles in the EU/EEA?”, (https://ecdc.europa.eu/sites/portal/files/documents/RRA-Measles-EU-EEA-May-2019.pdf) 44074 casos han sido notificados por 30 países EU/EEA, desde el 1 de enero de 2016 al 31 de marzo de 2019. Es decir, no ha habido un solo país que no haya notificado casos en este periodo. Y ha habido 84 muertes. Esto, para una enfermedad para la que existe una vacuna desde hace más de 40 años y para una enfermedad que deberíamos haber eliminado. 
 
Pero lo más grave es que para conseguir la eliminación se necesita 95% de cobertura vacunal con dos dosis de la vacuna. En 2007 14 países habían alcanzado ese grado de cobertura. En 2017, sólo cuatro. Retrocedemos.
 
Por eso el Consejo de la Unión Europea aprobó, en diciembre de 2018, una Recomendación para reforzar la cooperación contra las enfermedades prevenibles mediante vacunación. Y por eso la Comisión Europea, junto con la Organización Mundial de la Salud, organiza una Cumbre Global sobre Vacunación en Septiembre de este año. 
 
Es inadmisible que niños y adultos mueran de enfermedades para las que existe una prevención segura y eficaz. Y es inadmisible que se rompa la solidaridad y se olvide que la vacunación no sólo protege a uno mismo, sino a los demás, a aquellos que son demasiados jóvenes, demasiado mayores o están demasiado enfermos para poder vacunarse y que se protegen mediante esta inmunidad de rebaño.
 
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