lunes, julio 22, 2024

Portal informativo de la Organización Médica Colegial de España

InicioOMCDr. Serafín Romero: “Necesitamos un marco ético-jurídico que dé una respuesta global...

Dr. Serafín Romero: “Necesitamos un marco ético-jurídico que dé una respuesta global a todas las grandes crisis sanitarias que puedan presentarse en el futuro”

El Dr. Serafín Romero, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha ofrecido una ponencia virtual en la Fundación Cámara de Comercio de Sevilla sobre la situación de la profesión médica en tiempos del COVID, donde ha señalado que es necesario “un marco ético-jurídico que dé una respuesta global a todas las grandes crisis sanitarias que puedan presentarse en el futuro”

Al encuentro han asistido de manera telemática el Consejero de Salud y Familias de la Junta, Jesús Aguirre, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz, el Presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona, así cómo presidentes de otros colegios de médicos de distintas provincias de España.

El Dr. Romero ha expresado que “hemos estado y estamos ante una situación de gran complejidad, que nos genera gran incertidumbre y sobre la cual tenemos aún mucha ignorancia. Nos enfrentamos a un virus que tiene gran facilidad de expansión y una alta capacidad de producir infecciones graves. Y tiene un armamento genético que ocasiona una catástrofe terrible. No sabemos de su variabilidad, ni cuánto puede persistir en los próximos meses. Ni cuales son los mecanismos por lo que se produce un rápido empeoramiento brusco del paciente. No sabemos cuál es el tratamiento adecuado. Tampoco cual es la respuesta inmunológica del individuo.  Tenemos abierta la puerta de la esperanza con la vacuna”. 

Ha explicado que estos meses han permitido un mejor conocimiento y manejo clínico. Aunque de forma desigual, las medidas más específicas de control epidemiológico se han generalizado; en relación con la primera ola, “hoy tenemos más posibilidades en medios de protección, en pruebas diagnósticas, y tenemos más holguras en hospitalización y en cuidados intensivos, aunque la atención primaria está desbordada y saturada. La moral, energía, confianza y paciencia de los profesionales y trabajadores sanitarios está claramente deteriorada”. 

El presidente del CGCOM ha lamentado que “las medidas siempre han ido por detrás de la epidemia (y no por delante). Hay una parte explicable por déficits de conocimiento ante un virus emergente, que justificaría una cuota de “ensayo y error”, aunque buena parte del saber general acumulado sobre el manejo de pandemias (o de las epidemias por SARS o MERS) podría haber orientado mejor las acciones. El consenso científico y profesional no ha sido fácil por el escaso peso de la perspectiva de salud pública, y por la emergencia de opiniones extravagantes y negacionistas sin sustento científico o racional que han sido amplificadas por medios y redes”.

El Dr. Romero ha señalado que está claro que se necesita (a nivel internacional, europeo y español) una estrategia que permita abordar el control de la pandemia con una perspectiva de más largo plazo, que posiblemente incluirá todo el año 2021. 

Una parte esencial de las dificultades para concebir esta estrategia efectiva contra la COVID-19 proviene de las “importantes lagunas de conocimiento sobre una enfermedad emergente. Lagunas que no son solo virológicas o clínicas; toda pandemia resulta compleja por la interacción entre el amplio número y gama de factores que determinan la propagación, actores implicados, y el elenco de saberes y competencias que hay que movilizar para abordar respuestas apropiadas”.

Otra dimensión que ha complicado el establecimiento de estrategias ha sido, según ha explicado el Dr. Romero, el marco institucional. El Sistema Nacional de Salud, en su construcción desde 2002 ha ido perdiendo capacidades de actuación colectiva, que han afectado particularmente a la salud pública. Las alarmas de pandemia anteriores llevaron a plantear cambios normativos (Ley General de Salud Pública 33/2011), que sin embargo prácticamente no se implementaron. En esta segunda oleada, las CCAA han sido afectadas de manera muy diferente, lo que alimenta la divergencia de visiones y posicionamientos.     

Asimismo, ha puesto de manifiesto que el clima político no ha permitido compensar los déficits institucionales. “Al contrario, es posible que las turbulencias electorales y presupuestarias hayan creado dificultades adicionales para la necesaria cooperación. COVID-19 también ha complicado el reto, al plantear un dilema entre salud y economía; en la primera oleada quedó claro que la salud era una precondición para la economía: en la segunda este binomio se empieza a desarticular, por el creciente coste económico y por la dificultad de mantener la solidaridad y cohesión social cuando el daño al bienestar colectivo es muy amplio. Sólo una política virtuosa, con amplios consensos de país, y con una buena gobernanza institucional (capacidad técnica), permitiría un manejo de las dos palancas de la salud y la economía; en su ausencia, “la política” (la confrontación política) puede convertirse en parte del problema y no de la solución”. 

Además, ha hecho hincapié en que la conciencia social es la que otorga legitimidad a una estrategia, pues determina su factibilidad real. Y esta se ha puesto particularmente a prueba tras el desconfinamiento, y más con la reincidencia de esta segunda. “Muy preocupante han sido las imágenes que nos dejan el pasado fin de semana y que dejan entrever una llegada inminente de la temida “tercera ola” A esto se añade en la segunda ola la preocupación de empresarios y trabajadores que ven en peligro sus negocios y su sustento, lo que alimenta un rechazo enérgico a las medidas que enfríen la economía. En vez de presionar por ayudas que eviten o compensen los cierres de actividad, la presión se traslada al bloqueo de las regulaciones que interfieren y limitan su actividad”, ha esgrimido. 

También ha resaltado que el gobierno clínico ha sido capaz de adaptar en tiempo récord las estructuras sanitarias para poder afrontar la avalancha asistencial y ha podido controlar una situación como nunca habíamos conocido. La ruptura de los equipos estancos, las brechas competenciales, la falta de coordinación y el hospital centrismo han demostrado que pueden ser revertido hacia un nuevo horizonte asistencial. “Es hora de fortalecer la confianza en los profesionales sanitarios, en su compromiso y en su capacidad de autogestión. Desde el profesionalismo y la asunción de responsabilidades. Es hora de despolitizar la gestión de lo sanitario”, ha comentado.

El Dr. Romero, ha añadido que la Atención Primaria está jugando un papel esencial en todo el proceso de abordaje de la actual pandemia. Mantener el protagonismo de esta y aprovechar sus características de extensión universal de la red de primaria, cercanía de sus profesionales, conocimiento de las personas y la comunidad, su capacidad de detección temprana, de control evolutivo y su potencia en transmitir confianza y seguridad a sus pacientes es determinante en el control y difusión de la infección. 

Además, “la Salud Pública ha vuelto a los titulares de la Sanidad. Esperamos que sea para quedarse. Junto a ella de nuevo el debate de si debe ser centralizada o difuminarse entre 18 sistemas con deficitaria comunicación y con excesiva politización. Pensamos que, aunque la gestión de la Sanidad debe estar transferida, no así las políticas de salud pública que deben encuadrarse en un Ministerio de Sanidad, Salud Pública y Política Social con una gestión vinculante de las decisiones del Consejo Interterritorial. Necesitamos de forma urgente una profunda revisión de nuestras grandes Leyes Sanitarias para adaptarlas a los cambios sociales producidos”.

Papel del ejercicio privado de la Medicina

El presidente del CGCOM ha expuesto que “coexistiendo con el sistema público de salud, la provisión privada ha jugado y juega un rol sustitutivo y/o complementario a lo largo de su existencia en todas las comunidades autónomas y con volúmenes de actividad bastante estables. La colaboración del sector privado con el público es muy transversal y se extiende a todas las comunidades, por encima del signo político de los gobiernos. Es obligado destacar el importante papel que ha tenido la sanidad privada en el abordaje de la pandemia por COVID-19”. 

Ha insistido que “es necesario por diferentes motivos el establecer canales de comunicación que eviten la duplicidad de pruebas diagnósticas y terapéuticas con sus consecuencias derivadas de posibles iatrogenias y especialmente relevante la duplicidad de costes. La irrupción, con el consenso profesional de la receta médica privada electrónica debe ser una oportunidad de colaboración necesaria para avanzar en una historia única del medicamento del ciudadano. Se hace obligado el fomentar y desarrollar toda la normativa relativa a la autorización de centros, sanitarios y sociosanitarios, en función de criterios objetivos y reclamar trasparencia y publicidad de datos sanitarios”.

Dar protagonismo a los pacientes

Para que los pacientes no-COVID no sigan “des-priorizados”, “se necesita incluir en las estrategias y planes de contingencia medidas de reforzamiento para atender el retraso que se acumula en pacientes nuevos, en el control y revisión de enfermos crónicos o en su seguimiento. Y también medidas para abordar las secuelas y problemas de salud mental que COVID-19 está dejando y dejará en muchas personas”, ha subrayado. 

El Dr. Romero ha resaltado que “la pandemia de la COVID-19 ha llevado a una situación de emergencia y estado de alarma que ha provocado importantes variaciones en la asistencia médica. La limitación de la libertad de la circulación de las personas, así como de parte de la actividad sanitaria, que ha supuesto la suspensión de casi toda la actividad asistencial de carácter no urgente de los centros, servicios y establecimientos sanitarios especialmente en la llamada primera ola, ha determinado y generalizado la utilización del trabajo a distancia –y, por tanto, de la telemedicina– para continuar con el seguimiento de aquellos pacientes cuya situación permite esta modalidad. Otro hecho a destacar es el trabajo de todo el sector, tanto público como privado, en una causa común. La crisis que estamos viviendo ha puesto de manifiesto la fluidez y la necesidad de esta colaboración en la atención sanitaria como servicio público a la ciudadanía”.

Ha asegurado que “nos toca afrontar otro reto mayor que es el reto económico. Reto que necesita de respuestas en todos los sectores: políticos, sociales, educativos, culturales, etc. Las consecuencias esperables de esta otra pandemia van a incidir mucho en la salud de los españoles y en los cimientos del SNS.  Muchas de las decisiones políticas y económicas se están basando en lo que se denomina “opinión de los científicos o de los expertos”, como escudo protector de posibles escenarios negativos. Desde el CGCOM proponemos seguir moviéndonos bajo los parámetros de prudencia, ética de la opinión experta y cumplimiento de los deberes cívicos, que deben prevalecer sobre otros intereses por muy legítimos que sean. Por consiguiente, proponemos que nuestros representantes políticos planteen debates y soluciones, que minimicen la crispación, faciliten el acuerdo y promuevan horizontes explicativos y tendente a la exigencia de la obligada convergencia de todos en un objetivo común. Es esencial la transparencia y el consenso en los indicadores que nos hagan avanzar hacia la esperada normalidad”. 

Ha puesto en valor la calidad del sistema sanitario español, ya que “no ha habido absolutamente nadie que se haya quedado atrás en la atención, ni que ha tenido que preocuparse ni por un trasplante, ni por una aspirina”, aunque ha manifestado su preocupación por el seguimiento a los “pacientes no COVID”.

Para el Dr. Serafín Romero “ahora más que nunca es necesario un programa como el PAIME para poder ayudar a los profesionales médicos que presentan malestar psíquico y emocional derivado de estar sometidos a una situación especialmente compleja nunca vista antes con la pandemia de COVID-19”.  Tal y como ha explicado, cuidar de la salud mental de los profesionales sanitarios es velar por la atención sanitaria de los ciudadanos en un contexto como el actual y ha recordado el acuerdo entre la Fundación Galatea (del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña), los Consejos Generales de Colegios Oficiales de Colegios de Médicos, de Enfermería y de Psicología de España junto al Ministerio de Sanidad y la Fundación La Caixa. 

El presidente del CGCOM ha manifestado que él se pondrá la vacuna, “cuando lo digan las autoridades sanitarias, incluso antes que el propio ministro” y ha destacado que “vendrá avalada por criterios científicos y en eso iremos de la mano del Ministerio de Sanidad y los consejeros de Salud de las comunidades autónomas”.

Respecto a estas fechas navideñas, el Dr. Romero ha apelado “a la prudencia y al sentido común, porque actualmente la única vacuna que tenemos son la distancia, la higiene y las mascarillas, porque se lo merecen nuestros familiares y la sociedad”. 

Por último, ha subrayado que “la pandemia ha cambiado de forma dramática el escenario sanitario, pero también el social y el económico, y sobre los mismos derechos consagrados necesitaremos una estrategia enfocada a trazar un marco ético-jurídico que dé una respuesta global a todas las grandes crisis sanitarias que puedan presentarse en el futuro, cambiando las actuales incertidumbres por mínimas certezas.”

Ha concluido que “es tiempo de trabajar juntos, por los que ya no están con nosotros, por sus familias por los que aún están sufriendo la enfermedad, por los que sufren sus consecuencias económicas y sociales, por el fortalecimiento de nuestro modelo sanitario y por el necesario y obligado encaje con lo social, por la coordinación de todos los recursos, ahora desde la experiencia de lo vivido. Es hora de reconstruir el presente para garantizar el futuro. Desde la Profesión Médica comprometida con la sociedad y el médico”.

Relacionados

TE PUEDE INTERESAR

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más populares