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Dr. Guillermo Sierra: «Reforma estructural antes que gestión privada»

El doctor Guillermo Sierra reflexiona en este artículo de opinión sobre el debate abierto sobre la gestión en el ámbito sanitario. Aboga por una reforma estructural, al tiempo que muestra su rechazo a que «intereses mercantiles o políticos, de uno u otro signo, marquen la agenda de la asistencia sanitaria»

 


Madrid, 22 de marzo 2013 (medicosypacientes.com)


«Reforma estructural antes que gestión privada»

por el Dr. Guillermo Sierra, expresidente de la OMC

Si se quiere analizar un tema de forma seria, decía Confucio: hay que utilizar el léxico adecuado y no confundir conceptos.

La Real Academia define la sanidad como el «conjunto de servicios gubernativos ordenados para preservar la salud común de los habitantes». Es decir vacunaciones, aguas, alimentos, epidemiología etc. etc. En esto no invierte el sector privado. Lo correcto sería decir asistencia sanitaria privada, no sanidad privada.

Tampoco hay que confundir la asistencia médica privada donde no hay intermediarios entre el médico y el paciente, con la asistencia médica de las entidades del seguro libre donde se factura a una sociedad y esta paga al médico.

Defiendo la complementariedad de la asistencia pública y privada, la cual es conveniente, necesaria y beneficiosa. Mi experiencia en el sector publico en el que trabajé 25 años y mi experiencia en el sector de las entidades del seguro en el cual trabajo, me permite hablar con conocimiento del tema, al margen de los cargos de representación que he ostentado.

Estoy satisfecho de haber trabajado en el sector de las entidades del seguro libre, pues nadie me ha obligado a hacerlo, aunque se pueden y deben mejorar muchas cosas.

El debate abierto tras las declaraciones del Presidente de la O.M.C. Dr. Sendin, me parece desproporcionado. Como médico que trabaja en el sector no público no me siento agredido por sus declaraciones. Como no deben sentirse agredidos los médicos que trabajan en el sector público por las contestaciones vertidas desde diferentes organizaciones.

No conozco ninguna empresa cuyo objetivo principal sea el servicio y no el incremento de beneficios. Decía Milton Friedman que la principal responsabilidad de la empresa es generar riqueza y la responsabilidad social, sería ajena a la misma.

La gestión privada, es cierto, como dice el Consejero de Sanidad de Madrid, no obliga a que los ciudadanos tengan que pagar, pero es un camino muy peligroso que si puede llevarnos, aunque sea de forma indirecta, a esta situación. Cuando esas empresas, a las que se da la gestión pública, no obtengan los beneficios calculados previamente, ¿qué pasará en ese momento?, pondrán dinero los accionistas o será el Estado, es decir los ciudadanos, los que rescaten el Hospital como ya ha pasado, incluso en otros sectores. Es evidente que ningún político, conociendo el interés que tienen por los votos, va a dejar sin asistencia sanitaria a un núcleo de población importante y aceptará las nuevas condiciones.

Antes de dar la gestión pública a empresas privadas y sin evidencia científica de ahorrar con ello, hubiera sido necesaria una Reforma Estructural que los profesionales venimos demandando, incluso antes que el informe Abril, véanse las propuestas de la Coordinadora de Hospitales  en el año 1986, y que no hemos sido escuchados por los políticos de una u otra ideología. Reforma estructural que se tiene que hacer negociando con los profesionales sanitarios, los cuales, si han demostrado desde hace muchos años su responsabilidad social.

Este verano, un ex consejero de sanidad, decía con conocimiento de causa: El sector sanitario puede generar beneficios a los especuladores, haciendo que crezca la expectativa de ganancia y vendiendo una empresa a mejor precio que cuando la compró.

Y como no hay nada menos evidente que lo evidente, hagamos un pequeño análisis de la situación.

A mediados de los 90 se vio un hueco para entrar en el negocio de la asistencia sanitaria: las listas de espera, de cuyo manejo podemos escribir mucho y hablar de muchos intereses.

Se convenció para que participara en el negocio, a uno de los fondos de capital riesgo (propietario de la formula 1), más potente a nivel internacional. Otras muchas empresas vieron la posibilidad de crecer en el sector y así, en un informe interno, se puede leer que los puntos fuertes del sector sanitario para el negocio, son los ajustados presupuestos que harán posible la subcontratación. Es evidente que el gasto en asistencia sanitaria va a seguir creciendo y el deterioro de la asistencia pública  da una oportunidad de negocio. No olvidemos que en estos momentos la preocupación de los ciudadanos por la asistencia sanitaria ha pasado a ocupar el quinto lugar, cuando hace unos años no aparecía entre sus preocupaciones.

Tras este análisis, podemos decir que no estamos donde estamos por generación espontánea, muchos, con mucho poder, empresas, bancos, financieras, sociedades etc., etc., han ido preparándose para este momento y así vemos los cargos que ocupan algunas personas o las empresas y sociedades constituidas para dar respuesta a esta privatización de la gestión. Parece como si poderes económicos de muy alto nivel conocieran de antemano a donde íbamos a llegar y están preparados para beneficiarse del nuevo negocio de la asistencia sanitaria. Han aparecido en el escenario de este teatro mercantil un sin fin de personajes con intereses muy concretos  y otros que les están allanando el camino para que el beneficio sea mayor. En otros sectores, empresas privatizadas antaño, están contratando a personas protagonistas y cruciales en el momento de dicha privatización.

Por el contrario, es curioso, las empresas que desde hace muchos años han participado en la asistencia sanitaria como son las empresas asociadas a FENIN y Farmaindustria, han visto recortadas sus ventas en España en 1100 millones de euros en los últimos años, lo que repercute en una disminución del gasto dirigido a I D.

Es un momento crucial en el que no nos podemos permitir conociendo los antecedentes acaecidos una burbuja sanitaria, donde la especulación sea el futuro campo de juego, no nos podemos permitir que los intereses mercantiles o políticos, de uno u otro signo, marquen la agenda de la asistencia sanitaria.

En la reforma estructural que señalábamos, es necesaria una revisión del modelo retributivo, el cual debe ser motivador, basado en criterios profesionales y donde se premie la calidad, la dedicación, los resultados, la satisfacción de los pacientes, es decir la eficacia la eficiencia y la efectividad, así como la investigación y la docencia, pues no podemos olvidar que la formación de los médicos jóvenes puede deteriorarse si no se controlan los intereses mercantiles. Ha sido esta formación uno de los pilares de la calidad asistencial de nuestro sistema sanitario. Las condiciones para formar residentes exigidas por la Comisión de Especialidades no deben ignorarse.

En la mencionada reforma estructural es necesario definir la complementariedad del sistema público y privado, con responsabilidades y compromisos concretos por ambas partes, y sin olvidar que los hospitales punteros de la asistencia privada están circunscritos a los densos núcleos de población. El Presidente de los Colegios de Médicos de España, posiblemente se refería en sus declaraciones a la perspectiva estatal, que no es equiparable a determinadas ciudades.

Cuando se habla de intereses mercantiles nadie debe ofenderse, estos son lícitos, pero en la asistencia sanitaria deben primar antes otros parámetros y debe existir un riguroso control.

En el año 2013 el gasto sanitario público disminuirá al 5,1 % del PIB cuando en el 2010 era del 7,1 %, una reducción de 15.000 millones de euros sin haber sentado las bases de futuro  mediante una reforma estructural. Una vez más se pone en evidencia el criterio cortoplacista de los políticos, que está hiriendo de muerte un Sistema Sanitario bueno y barato. No olvidemos que el gasto sanitario medio de nuestro entorno esta en el 8% del PIB.

Son los profesionales y los ciudadanos los que tienen en su mano evitar este desaguisado, pues ningún poder económico ni político va a conseguir nada a espaldas de los mismos.

Guillermo Sierra
Ex presidente de la Organización Médica Colegial

 

 

 

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