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Dr. Gonzalo Herranz propone diseñar la figura ética del directivo de la OMC

El Dr. Gonzalo Herranz, referente internacional de ética y deontología médica, a quién la Organización Médica Colegial acaba de rendir homenaje con la publicación del libro «Desde el corazón de la Medicina», ha propuesto a la corporación el diseño de lo que ha denominado la «figura ética del directivo» de la OMC para el inmediato futuro

Madrid, 9 de julio de 2013 (medicosypacientes.com)

Esta propuesta la ha realizado a través de un escrito dirigido a todos los presidentes de colegios de médicos de España, reunidos el pasado fin de semana en Asamblea, ante la cual el presidente de la OMC anunció, precisamente, su objetivo de crear un Estatuto específico para Directivos Médicos.

«La ejemplaridad en el modo de ejercer la medicina; su adhesión cordial a las normas  del Código de Deontología y de los Estatutos de las corporaciones; su representación sobria y templada del Colegio y su dedicación a todos los colegiados, generosa, pronta, sin asomo de discriminaciones que huelan a favoritismo o a fobias de cualquier tipo», son los «rasgos éticos, los comportamientos» que deberán regir la figura del directivo que, según el Profesor Herranz, «van a dar, no a tomar».

Tras señalar que «estamos en una institución que ha de gestionar sus asuntos democráticamente y nos corresponde actual con transparencia», afirma que «el liderazgo de los directivos es su ejemplaridad» porque «ellos han de ir por delante en el cumplimiento fiel, querido, asumido por juramento, de las normas estatutarias y deontológicas».

«El acto, que paradójicamente se llama de toma de posesión, -argumenta- los desposee de cualquier forma de partidismo, los convierte en servidores, no en dueños» por lo que «no pueden tomar como propiedad particular el patrimonio común, material o moral, que es de todos los colegiados, absolutamente de todos».

Recomienda a los directos, ir a su Comisión Deontológica en busca de consejo porque «la deontología colegial está para inspirar y guiar, mucho antes que para comprobar la corrección de los expedientes disciplinarios» y asegura que la función de la misma «más que censurar o provocar remordimiento, es, debería ser, abrir horizontes, desarrollar políticas de educación y atracción ética, prevenir errores o pasos en falso, y también poner gracia y estilo humano en las grandes relaciones: médico/paciente; colegiado/directivos y de los colegiados entre sí».

Para el Dr. Gonzalo Herranz, el futuro será de aquellos Colegios que «den prioridad en su agenda a las inacabables tareas de ganar la confianza de los pacientes y de elevar la calidad humana y profesional de los colegiados» y aconseja a los directivos a poner este objetivo en un lugar prioritario de su agenda y recordárselos unos a otros.

Esto quiere decir ?explica- que «antes de tomar cualquier decisión (organizar una actividad, autorizar un gasto, resolver un expediente, emplear a una persona, programar el orden del día de la siguiente sesión), los directivos responsables han de preguntarse con lucidez, críticamente si lo que deciden ¿servirá para ganar el respeto, la confianza de los pacientes? y/o  ¿ayudará a nuestros colegiados a crecer en humanidad, los hará más responsables y justos, más competentes, más veraces?».

Para ganar la confianza de los pacientes, opina  que «hay que echar fuera la larga, penosa, tradición del silencio administrativo, y sustituirla por la ética de tomar en serio a las personas, de escucharlas sin prejuicios, de gestionar su queja o su denuncia con la diligencia que se pondría en un asunto propio, y, finalmente, de dar una respuesta fundada en razones y en el plazo debido» porque «los pacientes son los garantes de la deontología: sus derechos, sus justas exigencias impiden la decadencia moral de la medicina» y añade que «ellos nos preservan de la corrupción».

En cuanto al deber de los directivos de elevar la calidad humana y profesional de los colegiados,  asegura que es «la otra razón básica de los colegios» porque la colegiación no es solo algo que se impone como requisito para el ejercicio profesional, ni para que haya un registro de médicos autorizados para el ejercicio. Para el Dr. Herranz, la razón de ser de los colegios es que «los médicos convivan, se estimulen en su trabajo, se ayuden con el ejemplo a subir en calidad humana y profesional» porque «la gente quiere que el Colegio sea una comunidad moral en la que los médicos alcanzan su madurez humana; donde adquieren, en la convivencia colegial, la profesionalidad, el estilo ético».

El Dr. Gonzalo Herranz es Catedrático Emérito de Anatomía Patológica, disciplina a la que dedicó gran parte de su vida y en la que tenía un gran prestigio consolidado hasta consagrarse por entero a la Ética. Miembro del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO, trabajó durante 21 años en la Comisión Central de Deontología, como presidente y secretario, y ha pronunciado más de 200 conferencias sobre Ética Médica y Bioética en el mundo, convirtiéndose en un referente internacional en esta materia. Es autor del libro «Comentarios al Código de Ética y Deontología Médica español de 1990» y de numerosos artículos en revistas científicas.

? Se incluye texto íntegro de lo que el Profesor Herranz denomina como su «testamento deontológico»

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