El Dr. Blas González tomó posesión como nuevo presidente del Colegio de Médicos de Albacete el pasado 29 de noviembre. En esta entrevista a Médicos y Pacientes, el doctor González analiza los objetivos de la institución, así como la situación actual de la profesión médica en su Comunidad Autónoma. Asimismo, destaca la necesidad de "empoderar al médico" y de ayudar a los facultativos a recuperar la ilusión
¿Qué valoración hace de la labor de los Colegios Médicos en la actualidad?
Globalmente y según nuestros Estatutos, el Colegio de Médicos ordena y por tanto garantiza una asistencia del ejercicio de la profesión médica con un adecuado nivel de calidad, dentro de nuestros principios éticos y deontológicos, en colaboración con la Administración. Es una labor importante y altruista, con frecuencia poco conocida y escasamente reconocida.
¿Podría explicar cuáles son los planes a medio y largo plazo para el Colegio de Médicos de Albacete?
Sobre una herencia de tensiones y desvelos trabajada con ilusión y coraje, esta Junta Directiva aspira a dar un paso más: “Porque queremos más y mejor para nuestros pacientes, seguiremos apoyando más y mejor a nuestros compañeros, a través de un Colegio abierto, políticamente apartidista, independiente y transparente”.
Podemos resumir nuestro compromiso en un decálogo de retos. Es necesario empoderar al médico dotándole de las herramientas adecuadas, activando la carrera profesional y protegiéndole ante la epidemia emocional por coronavirus.
Podemos resumir nuestro compromiso en un decálogo de retos. Es necesario empoderar al médico dotándole de las herramientas adecuadas, activando la carrera profesional y protegiéndole ante la epidemia emocional por coronavirus. Precisamos actualizar los estatutos colegiales y potenciar la formación, investigación, promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Queremos profundizar en la asesoría y defensa jurídicas del colegiado en el ejercicio de su trabajo. Nos planteamos realizar campañas de información y sensibilización con la solidaridad colectiva colegial.
Además, se hace necesario agilizar la comunicación entre los colegiados e informar periódicamente de las reuniones y acuerdos locales y nacionales y promover la ventanilla única online. Deseamos visibilizar nuestro compromiso social con la salud de nuestra población y el cuidado del medio ambiente, aumentando nuestra presencia en redes sociales. Es imprescindible asimismo visibilizar a los colectivos menos conocidos de compañeros médicos.
Queremos igualmente realizar un apoyo explícito a la Organización Médica Colegial y a su Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, especialmente por un pacto por la sanidad de ámbito nacional.
Constituye otro reto para nosotros la creación de grupos de trabajo y comisiones especificas dentro del colegio, incluso formando un comité de expertos para el estudio de las necesidades sanitarias presentes y futuras de nuestra provincia.
Aceptamos el reto de promover una ley que garantice los cuidados paliativos, y el desarrollo de un centro para cuidados paliativos para Albacete. Para todo ello, consideramos prioritario potenciar la colaboración con instituciones públicas y privadas, especialmente con el SESCAM y con la facultad de medicina de Albacete.
¿Qué es lo más urgente ahora para la profesión médica?
Inmersos de lleno en la pandemia de COVID-19, es más necesario que nunca ayudar al médico a recuperar la ilusión que, desde el COMAB, resumimos en una frase: “Cuidar al cuidador”. El medico desea ser escuchado, poder implicarse en la toma de decisiones, desea medios adecuados y plantillas adaptadas a la demanda.
¿Cuál es su visión de la situación sanitaria actual tras casi 2 años de pandemia?
El retraso en el manejo de enfermos, deficientemente atendidos desde el inicio de la pandemia, está originando un aumento insostenible en los tiempos de espera, que llegan a 2 e incluso 3 semanas para una primera visita en la desbordada Atención Primaria. Las campañas de detección precoz del cáncer se han vuelto ineficacespor falta de medios. Y en nuestro contexto, las listas de espera quirúrgicas ya eran previamente un mal crónico desesperante, ahora acrecentado.
Estos son solo el pico del iceberg de un problema estructural del sistema de salud, nacional y autonómico, que está enfermo. La población no admite más demoras, y está dirigiendo su frustración contra su cuidador. Poco a poco, están aumentando las agresiones a los sanitarios. Nuestro colectivo tampoco admite más demoras.
En base a su experiencia, ¿qué impacto ha tenido y sigue teniendo en los profesionales la COVID-19?
En la primera oleada, perdimos la batalla por razones conocidas. El retraso en implantar políticas eficaces ocasionó la falta de medios de protección en la población y en los profesionales sanitarios. Perdimos muchos enfermos por los que podíamos haber luchado mejor si hubiéramos tenido más medios, más respiradores. Desafortunadamente, nuestra ciudad fue especialmente castigada, y los médicos nos sentimos claramente desasistidos. También perdimos a compañeros. Ha sido muy duro, a pesar de la impresionante corriente de solidaridad de la población traducida en donaciones, aplausos y homenajes.
Nuestro esfuerzo estos últimos meses ha sido notorio, y el agotamiento emocional del colectivo médico es un hecho incontestable que precisa de un abordaje holístico. Las políticas sanitarias deben actuar de forma intensa y rápida. La sombra de una nueva oleada debe estimular a todos los colectivos implicados, especialmente a la administración competente en materia sanitaria. Pero también a los Colegios de Médicos.
¿Cómo valora la situación actual de los médicos en Castilla-La Macha en comparación con el resto de España?
La radiografía del Sistema de Salud en nuestra región demuestra que existe un gran nivel profesional, y por tanto, un enorme desafío por evitar la fuga de talentos hacia zonas que proveen mayor estabilidad, mayor reconocimiento, mayores medios y mejor remuneración, no solo en la Atención Hospitalaria sino también en la Primaria.
Para ello se deben fidelizar a las nuevas generaciones de médicos con políticas generosas y medidas atrayentes para afrentar el relevo generacional de los “Babyboomers”.
Más que nunca necesitamos líderes con altura de miras y coraje, que creen sinergias para realizar un diagnóstico exacto y aplicar tratamientos eficientes. En esta guerra sobra nadie.
Creo sinceramente que la Junta Directiva de nuestro Colegio de Médicos de Albacete está formada por miembros de largo recorrido profesional, con talento y con talante para ser eficaces en nuestra tarea, y con un ingrediente fundamental que nos impulsa: la pasión y el cariño por nuestros enfermos y nuestros compañeros. Y en todo ello basamos la esperanza de poder llevar a buen puerto nuestros compromisos.
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