Dr. Antuña Montes, Pdte. COM Asturias: “Tenemos como objetivo devolver el sentido de pertenencia de los colegiados a la institución”

 

 

Creo que los Colegios Médicos han sido desplazados del centro de la organización sanitaria y están sobreviviendo en la periferia de nuestra realidad. Hace muchos años los Colegios lideraban todo lo relacionado con la profesión, pero el desarrollo de nuestra mayoritaria sanidad pública y los sistemas de representación de los trabajadores han conseguido que la propia Administración y los sindicatos profesionales eclipsen a los Colegios y que, en muchas ocasiones, incluso se lleguen a confundir. Muchos profesionales no saben exactamente qué papel juega el Colegio y qué papel juegan los sindicatos. Debemos volver a liderar la profesión y eso pasa por reconocer nuestra identidad, diferenciarnos y ser útiles a nuestros compañeros. 

 

 

Acabamos de aterrizar y estamos comenzando a diseñar un Plan Estratégico a largo plazo. Pero ni tenemos prisa ni queremos hacerlo solos. Preguntaremos a nuestros colegiados cómo quieren que sea el Colegio dentro de diez años. Tenemos que encontrar el camino entre todos, descubrir cómo podemos ser más útiles a la profesión y cómo facilitar la vida de los colegiados. Comenzaremos enseñando lo que tenemos. El Colegio es para muchos compañeros un perfecto desconocido. A partir de ahí, tenemos que recabar toda la información posible de los deseos y necesidades que quieran trasmitirnos. Tenemos como objetivo devolver el sentido de pertenencia de los colegiados a la institución.

 

Destacaría cuatro ideas fundamentales que marcarán nuestros objetivos:

1-Una administración transparente, eficaz y eficiente.

2-Liderazgo en la toma de decisiones que afecten a la profesión y a nuestros pacientes. Es mejor estar donde se deciden las cosas a que otros decidan por nosotros.

3-Servicios útiles que faciliten la vida de los colegiados.

4-Liderazgo en sistemas de información y tecnología que afecten al desempeño de la profesión. Debemos introducir lo que facilite y mejore nuestra actividad clínica. No podemos seguir adaptando la profesión a lo que nos quieran imponer.

 

 

La Fundación de Protección Social de la OMC es un ejemplo de solidaridad entre compañeros. Es probable que una parte importante de los colegiados no conozcan las prestaciones que desde el punto de vista social ofrece la Fundación, por suerte una mayoría no las ha necesitado. Es una fortaleza de los Colegios que hemos de difundir, mantener y adaptar a las necesidades que aparecen con los cambios de nuestra sociedad.

 

 

Es fundamental resituar al médico al lado del paciente en el centro de la organización sanitaria. Para conseguirlo tenemos que trabajar para no perder la esencia de nuestra profesión. Se ciernen muchas amenazas sobre la profesión: la funcionarización; la superespecialización (somos médicos porque tenemos pacientes, no tenemos pacientes porque somos médicos); la medicalización de la vida (tenemos que diferenciar a los pacientes de los ciudadanos que acuden al médico); la incorporación de nuevas tecnologías a la sanidad, que no mejoran la salud de nuestros pacientes; la competencia desleal; la medicina de consumo; las TICs, que mal utilizadas nos alejan de nuestros pacientes; la intervención política; el relativismo imperante en nuestra sociedad, etc. El sucumbir ante todo esto depende de nosotros mismos y de la capacidad de los Colegios de Médicos para defender la profesión.

 

 

Hemos tenido que adaptarnos a las distintas fases de respuesta a la pandemia. Somos hospital COVID de referencia desde el primer día. Inicialmente convivimos con la gran incertidumbre, el miedo, la soledad de los pacientes y con los continuos cambios de protocolos que protagonizaron la primera ola. Por otra parte, recibimos el apoyo y cariño de nuestros conciudadanos que fue algo inesperado y gratificante. A partir de ahí, fuimos cogiendo experiencia, mejorando nuestros protocolos, generando circuitos diferenciados, adquiriendo destreza y seguridad en el manejo de los EPI, distribuyendo los espacios físicos y los recursos humanos del Servicio en función de la incidencia de pacientes COVID, a lo largo de las distintas olas. A la vez, nos enfrentamos a nuestros primeros compañeros contagiados e ingresados, que nos dieron un ejemplo de compromiso incorporándose de nuevo al trabajo en el menor tiempo posible. Por suerte no hemos tenido que sufrir la pérdida de ningún compañero en nuestro Servicio. En la actualidad se dan dos circunstancias: la experiencia acumulada y la vacunación que han aportado mucha serenidad a los profesionales. Pero, por el contrario, existe un hartazgo de pandemia. Necesitamos volver a la dura normalidad habitual de un Servicio de Urgencias y ocuparnos de resolver el resto de los problemas de salud de nuestros pacientes. 

 

 

 

Tenemos un sistema sanitario que ha demostrado una gran capacidad de respuesta a una situación excepcional, con un reconocimiento social renovado y con unos profesionales muy comprometidos. Hemos desarrollado alternativas a la actividad presencial que debemos evaluar para quedarnos con lo que aporta, pero sin perder de vista que el acto médico se basa en la interacción directa médico-paciente, si la sustituimos por la “tecnología” disminuiremos nuestra capacidad de curar. Esto es compatible con una práctica médica moderna que utilice las tecnologías de la información para facilitar la comunicación cuando esto sea posible y aconsejable.

 

Por otro lado, nos encontramos con muchísimos pacientes que tienen unas necesidades de atención que nos hemos visto obligados a posponer y tenemos que retomar para evitar en lo posible pérdidas de oportunidad. Este es el reto que tenemos por delante sin tiempo para recuperarnos. Pero soy optimista, tenemos un sistema sanitario público muy fuerte y contamos con la colaboración de una buena red de centros concertados y privados que nos facilitará salir de esta situación. No tengo ninguna duda de que así será.  

 

 

Todo lo que hemos contribuido en la organización de la respuesta a la pandemia ha sido posible por el excelente comportamiento que han tenido todos los profesionales. En nuestro Servicio el miedo ha estado presente y no es de extrañar porque somos seres humanos. Pero en todas las ocasiones ha sido controlado. No he presenciado ni un paso atrás, ni una negativa ni un rehúse del personal de ningún estamento. La atención a pacientes COVID ha puesto de manifiesto lo vocacional que es nuestra profesión. Lo deseable es que la mayoría hayan visto reforzada su vocación, pero creo que hay personas que cuando pase todo esto deberían replantearse si realmente tienen vocación para arriesgarse en el cuidado de sus pacientes.

 

 

La coordinación. He echado de menos un liderazgo claro del Ministerio de Sanidad. El estrés al que ha sido sometido nuestro sistema sanitario ha puesto en evidencia la necesidad de repensar la organización sanitaria a nivel nacional. Cuando se afronta una pandemia como la actual de nada sirven las decisiones locales aisladas por acertadas que sean. En este sentido, en ocasiones, nuestros políticos no han estado a la altura de las circunstancias.

 

• Luis Antuña Montes, presidente
• Elisa Seijo Zazo, vicepresidenta primera
• Paloma Pacho Ferreras, vicepresidenta segunda
• Sergio Gallego Riestra, vicepresidente tercero
• Luis Martínez Escotet, secretario general
• Alberto Ibarra Peláez, vicesecretario
• José Carlos Fernández Fernández, tesorero
• María Varela Calvo, vocal de actividades de Formación Continuada
• Jorge Sánchez Pertierra, vocal de Asistencia Colectiva y Ejercicio Libre
• Jesús Rodríguez Virgili, vocal de Medicina de Atención Primaria
• José María Duque Alcorta, vocal de Medicina Hospitalaria
• Daniel Coto Cotallo, vocal de Médicos Jubilados
• Andrea Quirós Mazariegos, vocal de Médicos Jóvenes
• Pedro Luis Abad Requejo, delegado de Sección de Sistemas de Información en Salud
• María José Losa Pérez-Curiel, delegado sección médicos de Urgencias y Emergencias
• Antonia Martínez Hernández, delegado sección médicos de la Administración
• Eduardo Murias Quintana, delegado sección Médicos Tutores y Docentes