El Dr. Antonio Otero, presidente del Colegio de Médicos de Valladolid reclama en un artículo para el diario El Mundo la participación de los profesionales sanitarios en las reformas que se están llevando a cabo en el Sistema Nacional de Salud porque sin ésta colaboración «no es posible una correcta, buena o excelente sanidad pública o privada»
Valladolid, 9 de enero de 2013 (medicosypacientes.com)
Artículo:
En 1982, un recién llegado a la Vicepresidencia del gobierno, manifestó, además de aquello de que con su gestión a España no la iba a reconocer ni la madre que la parió; que entre sus aspiraciones se hallaba la de «no parar hasta ver a los médicos con alpargatas», por cierto, zapatillas con las que los médicos siempre nos hemos sentido cómodos. Transcurridas tres décadas, pareciera que tal aspiración continúa instalada en la carga genética de nuestros políticos, pues todos, con más culpa o más disculpa, la han venido perpetuando desde sus diversos posicionamientos ideológicos.
A la luz de los hechos observados, podría pensarse, no sin tristeza, que, para aquellos que nos gobiernan, enfermos y médicos somos un estorbo; los unos por perder la salud y los otros, porque solicitamos mejores condiciones para que nuestros pacientes la recuperen, y cuando no es posible, centrarnos en su alivio o su consuelo.
Cumplidos con estos 900 caracteres, la mitad del encargo, creo que incluso me sobra espacio para afirmar con rotundidad que los profesionales de la Sanidad estamos comprometidos con nuestros deberes, que sabemos cuáles son, que nos preparamos cada día para ser más competentes y que exigimos para este 2013 que los políticos confíen en nosotros.
No es posible una correcta, buena o excelente sanidad pública o privada, si no se cuenta con los profesionales. Los médicos estamos en el mismo equipo que los ciudadanos y falta que algunos políticos decidan con quién quieren jugar. Somos los primeros en saber que muchas cosas han de ser reformadas y optimizadas; pero las reglas del juego vienen limitadas por nuestra ética, nuestros deberes profesionales, y la correcta lex artis. Valores que han hecho que los pacientes confíen en los médicos y aprecien su labor muy por encima de cualquier otra profesión, ya es hora de que lo vayan haciendo los que tienen la obligación de favorecer la vida de todos.
